Cesar Gutierrez
Estatizando Proinversión a otros países
¿Concesiones se convertirán en obras con fondos estatales?
En el mensaje del 28 de julio pasado, Martín Vizcarra anunció que las líneas 3 y 4 del Metro de Lima, además de la Nueva Carretera Central, se harán por acuerdos de gobierno a gobierno (GTG). Un grupo de personas que emiten opinión frecuentemente, han celebrado la decisión; entienden que así se harán las obras que este gobierno se ha mostrado incompetente en realizar. Pero se cuidan de no decirlo así, parecen temer la molestia del inquilino de la Casa de Pizarro. Sí son críticos implacables de las concesiones y obras públicas otorgadas por el Gobierno de Ollanta Humala, que han sido materia de denuncias por corrupción, paralizaciones y retrasos. Incluyen también a las concesiones otorgadas y culminadas en los gobiernos de Alan García y de Alejandro Toledo, que han sido materia de señalamientos de funcionarios y judicialización.
La culminación de diversas construcciones realizadas exprofeso para los Panamericanos, así como las vistosas ceremonias de inauguración y clausura de este cónclave deportivo –así como las medallas obtenidas en disciplinas individuales, no de equipos– han llevado a la casi canonización del modelo GTG, con el que se hicieron las obras y la participación de una supervisión sui generis, denominada Project Management Office (PMO).
Más allá del beneficio-costo de los Panamericanos, en los que la pérdida es una obviedad, hay algunos temas sobre el GTG y el PMO que han sido escamoteados: ¿se hicieron todas las construcciones previstas o se hicieron menos con el mismo presupuesto original?, ¿han quedado pagos pendientes?, ¿hay procesos arbitrales en curso?, ¿qué empresas fueron las conductoras del proceso?, ¿cuánto cobraron el PMO y el Gobierno del Reino Unido? Por supuesto que nunca habrá una opinión de la Contraloría General de la República, porque hasta donde se sabe, no tiene jurisdicción en este modelo.
Lo del PMO no es nada nuevo. El cuestionado Proyecto de Modernización de la Refinería Talara (PMRT) lo tiene; y no solo eso, cuenta con un Project Management Consultant (PMC), con carácter más especializado que el anterior. Con todo ello, el proyecto de Petroperú ya excede los US$ 5,000 millones de dólares, y hay argumentos suficientes para decir que se llegará fácilmente a los US$ 6,000 millones. Hay una gran diferencia, aquí están todos los ojos y miradas suspicaces puestas; en cambio a los Panamericanos nadie los mira, porque nada se exhibe.
Yo no celebro el anuncio de Fiestas Patrias, no solo por las dudas señaladas sino por otras más de fondo. Expongo unas pocas ¿la infraestructura anunciada será entregada en concesiones? De ser así, ¿Proinversión pasará a ser una dependencia del gobierno extranjero a cargo o se cerrará porque estaría de sobra? ¿De no ser concesionadas las obras significará que se hará con los pocos fondos estatales que van quedando después del festival de bonos y préstamos de dudoso retorno? ¿Quién dará fe de que el monto de las construcciones no esté sobrevaluado? ¿O han decidido allanarse a lo que digan los encargados?
La cuantía estimada de las tres obras, con un gran margen de error, que es lo que se llama de Clase 5 en proyectos, señala un monto no menor a S/ 30,000 millones; es decir 4% del PBI. Esto amerita que los peruanos tengamos información detallada de las contrataciones, cosa que está negada en los GTG
Una reflexión final sobre el cuestionamiento a las concesiones ya otorgadas y las que se han quedado en el camino. En todas ellas no había ingeniería desarrollada previamente, y eso ha sido la causa de todos los males. Algo que no entienden los profesionales que no han estudiado la disciplina.
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