Alejandro Arestegui

¿Estamos a las puertas de una nueva crisis?

Diversos temores rondaron esta semana ante una posible nueva recesión global

¿Estamos a las puertas de una nueva crisis?
Alejandro Arestegui
09 de agosto del 2024


El pasado 5 de agosto los mercados financieros se conmocionaron al recibir terribles noticias de Japón. En cuestión de horas las acciones del mercado de Tokio sufrieron la más abrupta y repentina caída en toda su historia, el pánico se extendió y afectó a otros mercados internacionales. La preocupación de una nueva crisis económica sólo fue el menor de los problemas, muchos incluso alertaban que los Estados Unidos corría el riesgo de entrar en recesión. Dicho episodio de crisis fue santa repentina y muchos dirían que es inherente al sistema capitalista de libre mercado. Obviamente esto es falso, primero tenemos que explicar cuál fue el rol de los gobiernos en esta crisis y de cómo podemos asegurarnos de evitar mayores problemas a futuro.

Todo parecía indicar que se avecinaba otro “Lunes Negro”. Sin lugar a dudas hubo una tormenta en los mercados bursátiles. Pocas veces se ven jornadas como las que se vivió el lunes a nivel bursátil; y lo que reflejan finalmente eso no es otra cosa más que las expectativas que tienen las personas que transan en bolsa, dichas expectativas parecen ser negativas. ¿Qué es lo que ha pasado el 5 de agosto? El mercado de Japón cayó más de 12%, según CNN y el New York Times, entre otros medios, es la mayor caída diaria en la historia de la bolsa japonesa, en el indicador llamado Nikkei. De hecho, en apenas dos días se esfumaron las ganancias de cerca de dos años de inversiones. El Bitcoin, activo digital, también donde muchos se habían refugiado, también ha caído más de 26% en tan solo una semana. Otras criptomonedas se han desplomado en dos dígitos porcentualmente en las últimas 72 horas. En las últimas 48 horas, más de 20%, muchas de ellas. Tenemos desplome en distintas materias primas, incluido el oro, que suele ser refugio, también se está liquidando. Escenas similares se repiten en mercados asiáticos como Taiwán y Corea, donde hubo una caída de más de 8%. En Europa también empiezan a caer las bolsas y los futuros de las transacciones de Estados Unidos también van a la baja. Hay muchos temores asociados a lo que está ocurriendo, en particular en el caso de Japón, al mercado interno, pero también temores de una recesión en Estados Unidos, que se alimentaron la semana pasada por algunos datos económicos particulares. 

Según el banco inversor Goldman Sachs, a día de hoy existe un 25% de probabilidad de una recesión de aquí a 12 meses en los Estados Unidos. Los últimos datos entrantes que hemos conocido desde la mayor economía del mundo apuntan a una dirección poco alentadora. Los últimos datos de empleo están mostrando que efectivamente se ha enfriado el mercado laboral en términos de creación de empleo, de la variación de los ingresos, que es clave para ver y determinar cómo viene el consumo por parte de las familias americanas. La tasa de desempleo subió un 4,3% el último semestre, muy sorpresivo. Es una situación que claramente está generando un pánico muy fuerte en los mercados globales. Y siempre hay que considerar que cuando hay bajas de tasas suele ser positivo para la renta variable. Todo este problema está relacionado a los tipos de interés que los diversos bancos centrales del mundo han estado manejando desde la época de pandemia. El caso más emblemático son las elevadas tasas de interés que la Reserva Federal estadounidense ha estado manteniendo desde 2020 y que provocó que la deuda pública estadounidense se valorara mucho más. No obstante, esto tiene un efecto contraproducente y tarde o temprano las tasas artificialmente subidas tienen que bajar. En el fondo lo que estamos viendo es que gran parte del mercado está anticipando que la bajada de tasas podrían haber sido un poco más anticipadas. Y cuando se demora mucho un banco central en bajar los tipos de interés, se pueden generar estas fricciones porque a medida que la tasa de interés sigue elevada, sigue generando un impacto en el consumo, un impacto en la inversión, que al fin y al cabo es un impacto para la economía generalizada. Por lo tanto, al parecer el mercado está internalizando y que la Reserva Federal llegó tarde (una vez más).

Todo este pánico financiero y bursátil llega en las vísperas de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. Sin tratar de lavar imagen, a día de hoy pareciera que Trump es el que tiene la receta para poder evitar una recesión. Desde ya su promesa de bajar los tipos de interés y dejar de emitir tanto moneda como deuda pública mantienen tranquilos a los mercados, a diferencia de la incertidumbre de lo planteará Kamala Harris.

Sin embargo, no todo termina aquí. Es necesario saber que estas constantes de evaluaciones bursátiles pueden presentarse en los próximos meses. Desde ya la devaluación de las acciones de empresas tan importantes como Apple y la gran devaluación de criptomonedas como bitcoin no sé advierten que podemos entrar en una recesión. Otro ejemplo práctico el cual hay que poner en detalle es la retirada masiva de su posicionamiento en bolsa de uno de los mejores inversionistas del mundo: Warren Buffett. Su misteriosa jugada de este jueves 8 vendiendo acciones e intercambiándolas rápidamente para tener más liquidez nos da las señales de que algo no está bien. La constante intervención de los estados en la economía y el posicionamiento de la deuda pública en los mercados ocasionan estas distorsiones que injustificadamente son achacadas al capitalismo. Deben de saber, desde ya, que si el mundo atraviesa una nueva crisis económica va a ser por entera culpa de los gobiernos y de su irresponsable política de emisión de deuda. Las últimas crisis económicas han sido por culpa de los gobiernos, lamentablemente numerosos opinadores y pseudo-especialistas no dudan en culpar al capitalismo y de sus “errores” como responsables de las crisis. 

Ante estos sinsentidos, es deber de los escritores e intelectuales responder con la verdad. Y mientras ellos sigan repitiendo y vociferando falacias, debemos de seguir respondiéndoles con la verdad; y es que en este sistema financiero y bursátil con gran presencia estatal las crisis van a tener hacer más agudas; y, por tanto, dañinas para los ciudadanos. No es tiempo para especulaciones, sin embargo, no podemos negar el hipotético escenario de una futura recesión global.

Alejandro Arestegui
09 de agosto del 2024

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