Marco Sipán
El Papa zurdo

Sobre el pensamiento y la personalidad del Papa Francisco
“El actual sistema económico nos está llevando a la tragedia. Los ídolos del dinero quieren robarnos la dignidad. Los sistemas injustos quieren robarnos la esperanza”. (Papa Francisco).
Con la renuncia de Benedicto XVI, el 28 de febrero del 2013, se inició la competencia por el Papado. Unos pocos días después, a las 7:40 pm del 13 de marzo, el mundo conoce el nombre del nuevo Papa, el primer sacerdote de la compañía de Jesús, el Cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio Sívori, alguien que no estaba en el pronóstico, se convirtió en el líder espiritual de más de mil doscientos millones de creyentes en todo el planeta.
Las acciones inmediatas del Sumo Pontífice demostraban que se iniciaba un giro en la Iglesia Católica. El Papa Francisco se alejó los lujos y la actitud imperial del Papado, se distanció de los protocolos y no se encerró en el Vaticano. Es un Papa “diferente”, de grata sencillez, y está dando paso a una forma distinta de entender la Iglesia. Santiago Madrigal nos sintetiza los rasgos del Papa: “1) La sencillez: es el Papa de los zapatos negros; 2) El afecto: muestra un vendaval de cariño ante los niños, los pobres y los enfermos; 3) La humildad; 4) La fortaleza con la que fustiga el “carrerismo” y la hipocresía; 5) La libertad de espíritu frente a las críticas; 6) La oración; 7) La profundidad de un intelectual que omite deliberadamente los razonamientos complicados; 8) El sentido misionero o la evangelización como la razón de ser de la Iglesia; 9) La coherencia, o el enseñar con el ejemplo”.
Sus visitas a Ecuador, Bolivia y Paraguay dando un mensaje dirigido a los pobres y más necesitados de la sociedad, ha dejado perplejo a muchos. “La primera tarea es poner la economía al servicio de los Pueblos: Los seres humanos y la naturaleza no deben estar al servicio del dinero. Digamos NO a una economía de exclusión e inequidad donde el dinero reina en lugar de servir. Esa economía mata. Esa economía excluye. Esa economía destruye la Madre Tierra”, fueron las palabras que pronunció en el Encuentro con los Movimientos Sociales en Santa Cruz. Algunos dogmáticos neoliberales tratan de descalificar al Sumo Pontífice mencionando que de economía sabe muy poco, queriendo esconder el gran aparato político-administrativo con el que cuenta El Vaticano y que asesora al Papa permitiéndole proponer salidas a problemas actuales.
También visitó Cuba, en la ruta que lo llevaría EE.UU, expresando su esperanza en que se lleguen a “acuerdos beneficiosos para ambas partes” en lo referido al levantamiento del bloqueo económico. En la ONU mencionó lo siguiente: “Dar a cada uno lo suyo, siguiendo la definición clásica de justicia, significa que ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima de la dignidad y los derechos de las otras personas singulares o de sus agrupaciones sociales”. Y Su ecologismo se manifiesta, claramente, cuando dice: “Cada daño al ambiente es un daño a la humanidad”, y con la “Encíclica Laudato Si”, en la que demuestra su responsabilidad con este tema tan urgente.
Asimismo, es un gesto importantísimo, dentro de la Iglesia, el reconocimiento a la “Teología de la Liberación” y al sacerdote Gustavo Gutiérrez, brillante y honesto religioso peruano que dedicó su vida a la evangelización de los pobres, a los cuales ha concientizado sobre su situación social.
Mientras que en el Perú, los Sodalicios demuestran la podredumbre de un sector de la Iglesia que ostentó el poder al interior, los últimos años, aliados con Monseñor Cipriani; en el mundo, un Papa recorre los continentes intentando salvar a la humanidad, y no se enfrasca en las cuestiones sobre el aborto o el matrimonio igualitario, la justicia y los derechos son para todos, sin distinciones. Esperamos que estos nuevos vientos papales puedan ayudar a dar un giro en la Comunidad Católica peruana en los próximos años. Hoy la Iglesia también está en disputa.
Por: Marco Sipán
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