Paul Neira
El mes de noviembre y su importancia en la política educativa
Claves para leer la difícil coyuntura actual
Nos encontramos empezando el mes de noviembre, sumamente importante para el sector educación y su política educativa. ¿Pero que se juega en este mes? Veamos esta obra de tres actos:
La lucha por el presupuesto
Si bien el presupuesto sectorial está ya definido en todos sus aspectos, en esas inconmensurables reuniones entre funcionarios del Minedu y del MEF, la verdad es que es recién en la ley de presupuesto. Es su discusión en el pleno del Congreso la que cierra el telón final. Normalmente uno esperaría ciertos marcadores de predictibilidad en el comportamiento presupuestal del sector educación, producto de la seguidilla de años de discusión del presupuesto en el últimos decenio.
Sin embargo, hay algunos eventos que plantean al presupuesto una serie de retos y definen, al mismo tiempo, un conjunto de limitaciones. Los eventos del Fenómeno de El Niño costero, la prolongada huelga magisterial y, como consecuencia de esta, la necesidad de recuperación de clases. Estos aspectos configuran unas condiciones de presupuesto 2018 que por lo menos deberían limitar el crecimiento, ampliación o profundización de acciones de política educativa.
El aumento comprometido a (todos) los docentes
Los treinta días del mes de noviembre son un tic tac permanente que tiene por objetivo conseguir que se logren los fondos económicos para poder cumplir efectivamente, y en toda la extensión, el compromiso de aumento a los docentes. Dicho aumento que fue firmado en sendos acuerdos con la dirigencia magisterial del país.
Durante el fragor de la huelga algunos economistas especialistas en presupuesto público calculaban que el aumento a los profesores requería sumar unos S/ 100 millones adicionales a la planilla de pago por docentes en el sector educación. Matemática básica, si adelantamos el pago a noviembre de este año, de una fecha inicial de marzo del siguiente, entonces tenemos que “sacar” S/ 500 millones más del presupuesto.
Una nota final, el mencionado aumento está focalizado (y recuerde esta palabra, querido lector) en los docentes con una dedicación de treinta horas semanales y los docentes contratados. Hasta allí, bien. Pero ojo, no todos los docentes en el Estado cumplen ambas condiciones de la focalización. Se quedan así un buen grupo de miles de docentes que, bajo los acuerdos, no recibirán aumento este año y que el próximo estarían exigiendo igualdad de condiciones. Eso va a ser una presión muy fuerte al presupuesto del año 2018. Mantengamos un ojo alerta a esto.
Inicio del año escolar 2018
Debido a las condiciones particulares antes descritas, el fin del año escolar 2017 tiene o presenta una serie de retos particulares. Noviembre es un mes clave para establecer procesos ordenados y definidos, en coordinación con los gobiernos regionales, para que se termine este accidentado año escolar 2017.
Al mismo tiempo, es noviembre la época en que el Ministerio de Educación publica lo que se conoce (un nombre bien rocambolesco) como la Norma Técnico Pedagógica de Inicio del Año Escolar. Es decir, un manual que va a definir claramente el funcionamiento, vida y milagros de lo que va a pasar en todos y cada uno de los colegios de todo el Perú.
Estos tres aspectos deberían configurar un 2018 que, en términos de recursos disponibles, propone un panorama que vamos a calificar “casi igual que el año pasado”. Todo un reto para el sistema educativo peruano, puesto que este ya se acostumbró a funcionar recibiendo asignaciones de recursos siempre crecientes año a año. Y esta “dieta” siempre va a costar.
Paul Neira Del Ben
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