Hugo Neira

El caso Frei

La justicia tarda, pero llega

El caso Frei
Hugo Neira
04 de febrero del 2019

 

Esta crónica podría haber comenzado así: “Acabo de llegar de Biobío y de la región de los Ríos, donde se ha multiplicado la presencia de carabineros y helicópteros debido a los ataques incendiarios”. Es cierto, pero no he estado ahí. Cuando visite el punto más extremo de la larga geografía chilena, acaso me anime a hacer notas de viaje, como las hace Rafo León. Las crónicas suelen ser sedentarias, y las motiva el azar de las cosas. Y también las circunstancias, una llave para explicar la vida, según el filósofo Ortega y Gasset.

Estoy en Santiago, y un asunto estremece la vida política de este país. Es un asunto de justicia y de historia contemporánea. Los años Pinochet. Pero a la manera chilena, intensa pero formal. La cuestión es por qué muere súbitamente, en 1982, Eduardo Frei Montalva, demócrata cristiano, rival de Allende, pero en esos años el opositor más notorio de Augusto Pinochet. Fallece no de muerte natural como entonces se dijo, sino “por un crimen perpetuado por personas de su confianza y por razones políticas”. Hace 16 años que el tema es materia de investigación judicial, y solo hoy se avecina “un fallo de la mayor gravedad”, anuncia el viernes 1° de febrero el diario El Mercurio.

¿Tuvo algo que ver Pinochet? ¿Es necesario decir lo que fue esa dictadura militar? Conocimos, los peruanos, los golpes de Estado de Odría y de Velasco, pero con el golpe de Estado del 11 de setiembre de 1973 no solo bombardean el Palacio de la Moneda —luego lo reconstruyeron—, sino que millares de oponentes fueron encerrados en el estadio de Santiago, numerosos prisioneros torturados, “unos 18 mil prisioneros” (Wikipedia). Se ejecutaron de inmediato militantes de la extrema izquierda, y en los meses siguientes, visto los alcances de la represión, unos 200,000 chilenos dejaron su país. Al lado de esto, los regímenes de nuestros dictadores militares pasan como dictablandas. Esto ocurrió hace 36 años. Pero el “caso Frei”, así lo llaman, vuelve a la actualidad.

Por un instante, se siente algo como una rememoración colectiva de esa historia, Allende y sus motivos. Salvador, médico de profesión, no era un revolucionario que bajaba del monte, como bajaron de la Sierra Maestra Fidel Castro y sus guerrilleros. Allende llega al poder legítimamente, en 1970. Lo logra, pero con mayoría simple, con un 36,6% de votos. Sus rivales —Alessandri y Tomic, conservadores y demócratas cristianos— uniéndose, hacían una mayoría absoluta. Por otra parte, la Unidad Popular tenía comunistas y socialistas, y con ellos, lamentablemente, pequeños partidos de izquierdas. El MIR de Carlos Altamirano, un hijo de papá que, mientras gobernaba Allende, dirigía milicias obreras que tomaban las fábricas. A Allende lo arruina Altamirano, quien ha vivido hasta los 96 años.

¿Quién era entonces Eduardo Frei? ¿Por qué interesa su destino, incluso en nuestros días? Fue nada menos que el presidente anterior a la llegada de Allende, de 1964 a 1970. Con un lema claramente opuesto a los socialistas y comunistas chilenos, “revolución en libertad”. Venía de una corriente conservadora, inspirada en las doctrinas sociales de la Iglesia, pero contrariamente a nuestros conservadores —ese lado de lo chileno es muy dinámico—, con Frei hubo reformas en la educación, la sindicalización de los campesinos, juntas de vecinos, centros de madres, etc. Cuando se recurre a las encuestas de ese momento, Frei siempre fue muy bien apreciado.

Ya producido el golpe de Estado, Frei como otros oponentes al gobierno de Allende, pensaba que la junta militar llamaría pronto a unas elecciones. Pero eso no ocurrió. Qué ingenuos. Pinochet, o más bien el imperial Pentágono, tenían otro proyecto. Hoy se sabe que en Washington no se temía que en Chile apareciera otra Cuba, sino algo peor. ¡Un socialismo con instituciones democrática! Para gringolandia, mal ejemplo para otras repúblicas. El golpe en Santiago no solo se propone acabar con Allende, sino ensayar algo para todo el continente. Lo que hoy conocemos como neoliberalismo. Los Chicago Boys, las ideas de Milton Friedman, la constitución de 1980 en Chile. Y la economía de mercado que ha hecho el Chile actual. Si eso conviene o no, lo dejamos para otra ocasión. Habría que ver qué tipo de capitalismo hay en cada nación.

El hecho es que Frei se situaba como opositor a Pinochet. Y sin embargo, ¿muere en 1982? Hubo que esperar hasta el regreso de la democracia en 1990, para abrir una investigación judicial. Y desde el 2009, según el juez Madrid, “hay fundamentos para pensar que fue un homicidio”. Unos 16 años de indagaciones. En la investigación, parece que fue homicidio, gente de su contorno, desde el chofer a los médicos que lo atendían. Traicionado por su gente. El horror. El riesgo de los gobiernos autoritarios es que no soportan ni una mínima oposición, con lo cual no hay ganador. Perdemos todos.

En fin, cosas muy oscuras están saliendo a la luz. La segunda operación que soportó Frei Montalva, no le era necesaria. Se quiere llegar a una “organización criminal” manejada por el propio Pinochet. No se olvida que mandó matar al ministro Orlando Letelier, que vivía en el extranjero. Han pasado 37 años, pero la justicia, si tarda, termina por llegar. Se espera el fallo final.

 

 

Hugo Neira
04 de febrero del 2019

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