Cesar Gutierrez
El 30 aniversario del cuento del mar para Bolivia
Pedro Castillo lo reitera con absoluto desconocimiento
El incisivo periodista mexicano Fernando del Rincón, en la entrevista realizada a Pedro Castillo el pasado día 24, puso en la agenda pública, en el día preciso, la efeméride de lo que hace 30 años se le llamó “Bolivia Mar”, nombre que convinieron Alberto Fujimori, que aún no cumplía dos años en el cargo de mandatario y Jaime Paz Zamora, que le faltaba poco más de un año para culminar su mandato presidencial en Bolivia.
En esa época, ambos presidentes, en el mar de Ilo-región Moquegua-, con pantalones remangados al estilo pescador, hicieron una puesta en escena con un gran despliegue mediático, para anunciar la firma de un contrato de concesión por 99 años, de una franja costera de 5 km de largo, para uso de los bolivianos. Las cifras de los miles toneladas de carga y descarga de mercaderías y planes empresariales de todo tipo, ocuparon primeras planas de los diarios y reportajes de los noticieros.
Desde el lado peruano, la propaganda gubernamental consistió en mencionar que esta decisión permitiría que los puertos de Arica e Iquique, que eran los lugares por donde se hacía el comercio exterior boliviano, fueran desplazados por el nuevo enclave marítimo de Ilo.
Han transcurrido 30 años, y nada de lo dicho se ha cumplido, las inversiones no llegaron. En el mundo real las cifras deciden si se hacen o no los emprendimientos, más aún cuando los aportes lo hacen los empresarios privados. Desconociendo la existencia del contrato de concesión, devenido en fracaso estrepitoso; Pedro Castillo en sus viajes a Bolivia, donde Evo Morales es su gran referente, ha anunciado que en su gobierno se dará salida marítima a Bolivia y Fernando del Rincón, bien informado por una producción acuciosa, le ha hecho recordar el ofrecimiento, a lo que el “chotano” ha respondido que “el pueblo decidirá”. En buen romance que un referendo, del que no necesitamos ni especular para saber el resultado que será negativo.
Que usen los hermanos bolivianos su concesión bajo su cuenta y riesgo que todavía le quedan 69 años, o es que Castillo va por más y quiere ceder territorio, con lo que el camino estaría allanado para el rechazo nacional y porque no para la vacancia, que piden desde dos orillas políticas: derecha e izquierda capitalina.
Inmediatamente se conoció el tema en la entrevista trasmitida el pasado martes, los “Castillo lover´s”, salieron a justificar el despropósito presidencial, afirmando que se podría dar en el contexto en un acuerdo gasífero entre Perú y Bolivia, sobre el que mucho se ha titulado y no se ha profundizado en absoluto. ¿Estamos acaso hablando de suministro de gas natural (GN) producido en los departamentos de Santa Cruz de la Sierra y Tarija para abastecer el sur peruano? O ¿se está pensando en exportar gas boliviano por Perú?
Desentrañemos ambos cuentos urbanos. Para llegar a los centros de consumo importantes peruanos, que son las termoeléctricas ya instaladas en Mollendo e Ilo, se necesitaría construir el gasoducto sur peruano, interconectado con una red de transporte de GN desde el sur boliviano, lo que significa una distancia del orden de 2,600 Km, con una inversión en construcción de aproximadamente US$ 8,000 millones. Los estados de ambos países no tienen recursos para hacerlo y los privados no tendrán interés alguno por el discurso de nacionalismo trasnochado de los gobernantes. Si de exportar se tratase, habrá que sumar la inversión en la construcción de una planta de licuación de GN que le agregaría US$ 4,000 millones.
Es clarísimo que el mandatario peruano no tiene la más mínima idea de su prédica, es mejor poner el tema en el tapete, porque no estamos para aventuras.
COMENTARIOS