Cecilia Bákula

CADE universitario: un espacio de reflexión

Bajo el lema de “Elegimos democracia”

CADE universitario: un espacio de reflexión
Cecilia Bákula
03 de julio del 2023


En un ambiente de camaradería y bajo la auspiciosa sombra del gran almirante Don Miguel Grau, un grupo de 500 jóvenes universitarios y estudiantes de los últimos años de estudios, provenientes de casi todos los rincones del país, se reunieron en las instalaciones de la Escuela Naval del Perú, los días miércoles 28, jueves 29 y viernes 30 de julio, en una especie de retiro e inmersión que se realiza, presencialmente, luego de la necesaria realización virtual de los últimos años.

Bajo el lema de “Elegimos democracia”, estos jóvenes, en quienes estaremos confiando los destinos del Perú en el presente siglo, han estado recibiendo información de la mayor calidad de profesionales, líderes de opinión y ejecutivos del sector privado que, a lo largo de exposiciones que luego debieron ser comentadas y, sin duda reflexionadas. Ellos han tenido la oportunidad de acercarse a la realidad del país desde una perspectiva mucho más amplia que la que se puede obtener, por lo general, en el estricto ámbito académico.

Muy interesante fue la propuesta inicial que formuló Patricia Benavides, quien este año ejerce la presidencia del CADE universitario, cuando señaló que “para tener un país fuerte necesitamos una juventud que lidere a la ciudadanía. Su energía y liderazgo pueden conducir al Perú y al mundo a una mejor realidad. Seremos una nación resiliente en la medida que ustedes persistan en hacer más explícita la relación entre la democracia y el desarrollo humano”.

El lema no podría haber sido mejor porque, hoy en día, nuestro sistema democrático no solo tiene que ser defendido, sino principalmente comprendido y defendido, entendiéndolo en la complejidad de nuestra propia realidad. Democracia es un sistema que debe ser aplicado a la realidad particular de cada sociedad que busca, a través de él, el mejor futuro con equidad, justicia y desarrollo. No existe una fórmula única ni hay una receta exclusiva y es por ello que quienes asistieron a esta sesión del CADE universitario, debieron comprender que el nuestro, es un país grande y con grandes problemas; que los retos no asustan, estimulan y que la diversidad, lejos de ser una dificultad, ha de ser entendida como una fortuna y una posibilidad.

Es en ese contexto de complejidad en el que pienso con toda firmeza que fortalecer esa institución llamada democracia, a la que queremos sólida y permanente, sólo es posible cuando los ciudadanos que la hacen posible son personas íntegras, capaces, formadas, con principios, valores y amantes de sus propias responsabilidades; con voluntad de entrega y servicio. Es por ello que, gracias a la oportunidad invalorable que se me brindó de participar en este CADE universitario, les comenté a esos jóvenes, que en sí misma la democracia, tal como la definimos políticamente, es tan solo un sistema de gobierno. Pero sin los ciudadanos que la construyen, defienden, definen y garantizan la existencia de ese concepto y lo hacen real, nos quedamos únicamente con un concepto, con una entelequia que como tal, corre el riesgo de ser una palabra que se vulgariza de tanto que se repite y queda vacía de contenido.

Vivir en democracia, y eso es sin duda lo que queremos, requiere de personas bien formadas, en el espíritu y en el alma; educadas y no únicamente instruidas y por ello, el primer peldaño, indispensable para el éxito de la democracia en el Perú es invertir en educación. Comprendo que la infraestructura es indispensable, pero de poco servirá si tenemos una población poco educada y mal instruida. Sé que la economía equilibrada es sustantiva y reconozco los afanes de quienes la vienen haciendo posible, pero sin una ciudadanía capacitada humana y moralmente para ser una clase trabajadora eficaz y digna de su propio progreso. Creo que no hay dinero que obre maravillas por sí mismo, sin educación adecuada, sin instrucción, sin formación.

La democracia implica, por supuesto, el pleno ejercicio de la libertad y recurro aquí a la sabiduría de Chesterton cuando señaló: "Yo no sabía lo que se entendía por libertad hasta que la oí designar con el nuevo nombre de Dignidad Humana". Entendida así, como dignidad, todos, jóvenes y adultos haremos el mejor uso posible de nuestra libertad para hacernos seres humanos libres y no libertinos, humanamente dignos y no títeres de nadie, de ninguna tendencia ni ideología, sino libres por y para nuestra propia dignidad.

Y a todo lo anterior, hay que agregar aquello de lo que no nos debemos olvidar nunca: la peruanidad. Desarrollo sí, educación, claro que sí, pero con esencia de peruanidad, de respeto por lo propio, de orgullo por lo nuestro, de identidad, de aprecio, conocimiento y admiración por la historia que nos precede. El desarrollo en almas vacías de tradición, carece de sentido; la riqueza en espíritus sin fe es, creo, solo una práctica monetaria sin buen futuro.

Gracias a los organizadores de CADE. Gran experiencia para los jóvenes, inmensa gratitud para mi.

Cecilia Bákula
03 de julio del 2023

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