Mario Vilchez Valenzuela
Bolivia tras los pasos de Venezuela
Evo Morales va inconstitucionalmente por su cuarto mandato
Mientras que en Venezuela se respiran escasos aires de esperanza, en Bolivia se está consolidando otra dictadura. El domingo Evo Morales logró un espacio en las elecciones presidenciales, mediante las novedosas elecciones primarias (internas, con votos de militantes y voluntarias), a pesar de que un referendo y la Constitución boliviana se lo prohíben. Dichas elecciones ocasionaron un gasto inútil de US$ 4 millones, pues fueron elecciones internas con un candidato por partido o alianza. ¡Todos ganaron! Sobre todo Morales y el Movimiento Al Socialismo (MAS), que utilizaron estas primarias como herramienta para legitimar la cuarta candidatura del “hijo ilustre de Venezuela”. En este contexto, los bolivianos se han sentido burlados y esperan que Morales pierda ante el ex presidente Carlos Mesa en la segunda vuelta, tal como proyectan las encuestas, antes de que el país altiplánico se convierta en otra Venezuela.
Pero ¿cómo es posible que Evo pueda extender su “récord presidencial” de 12 a 16 años? Recapitulemos. En el 2009, un año antes de que se cumpliera su primer periodo, logró cambiar la Constitución (mediante referendo, al estilo chavista), lo que le permitió gobernar un máximo de dos periodos de cinco años (2010-2015, 2015-2020). No conforme con esto, en el 2016 aplicó la misma fórmula para gobernar cinco años más, pero esta vez el pueblo le dijo no. Sin embargo, debido a su poder sobre todas las instituciones, Evo Morales podría gobernar hasta el 2025. El discípulo de Chávez continúa siguiendo “a pie juntillas” su manual, pues busca perpetuarse en la presidencia sobre la base del poder absoluto. Su participación en estas elecciones primarias es totalmente inconstitucional; pero debido al control que posee sobre el Congreso, el Poder Judicial y el Tribunal Supremo Electoral (TSE), ha logrado inscribirse junto a su vicepresidente, Álvaro García.
En este contexto, la mayoría de bolivianos están esperanzados en una victoria de Carlos Mesa, candidato del Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), el único que puede vencer a Morales. Claro está, si no ocurre un fraude electoral como el que realizó Maduro en Venezuela. Según un sondeo realizado por la firma Mercados y Muestras, y difundido por el diario Página Siete, Mesa ganaría ampliamente, por una diferencia aproximada de 16 puntos: 48% frente a 32%. No obstante, Bolivia no solo debe liberarse de esta dictadura, sino también del fallido y corrupto modelo socialista que en todos estos años ha mantenido al país entre los más pobres de Sudamérica, debido a la corrupción de Morales y el MAS.
Las experiencias de los bolivianos deben de servirnos de ejemplo. El socialismo está multiplicando pobreza no solo en la región, sino en todo el mundo. No debemos confiar en los marxistas, quienes a lo largo de la historia han sido los que más han robado y más han violado la constitución y los derechos humanos.
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