Prosur y una derrota más de la izquierda

Sudamérica continúa arrinconando a la izquierda. La Unasur (Unión de las Naciones Unidas Suramericanas), organización creada en el apogeo izquierdista de la década pasada, está casi obsoleta. Y recientemente, en el Palacio de la Moneda (Chile), ocho países de Sudamérica decidieron desligarse de la ideología líder en aumentar pobreza y reducir democracias. Para ello han fundado el Prosur (Foro para el Progreso de América del Sur).

La creación de este organismo es saludable para la región, que necesita diálogo e integración para crecer unida y conseguir el desarrollo sostenido que hasta ahora nos ha sido esquivo, entre otras razones, por el avance del marxismo. Tanto Bolivia como Uruguay, países gobernados por la izquierda, rechazaron el cambio. Para bienestar nuestro, el Perú también integra este grupo, que tiene como objetivo el desarrollo económico y democrático de la región. Prosur, con un espíritu similar al del Grupo de Lima, solo será integrado por países democráticos, y trabajará para contribuir a la libertad de Venezuela.

Este nuevo bloque —ideado por los presidentes de Chile, Sebastián Piñera, y Colombia, Iván Duque— fue creado para reemplazar a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), organismo nacido en 2008 con doce estados miembros, de los que ahora solo quedan Bolivia, Guyana, Surinam, Uruguay y Venezuela. Y es que la Unasur, lejos de contribuir al crecimiento de la región, no pudo frenar el hambre, la pobreza y el avance de la corrupción. No se podía esperar más de un organismo creado por los responsables directos de la gran inflación argentina y la hiperinflación de Venezuela. Este grupo de izquierdistas apañó por muchos años la dictadura de Venezuela y gobiernos corruptos como los de Lula en Brasil y Correa en Ecuador, que desfalcaron las arcas estatales y al término de sus mandatos dejaron un legado de pobreza.

La creación del Prosur resulta muy positiva para la región. América Latina tiene el potencial para crecer por encima del 6% de su PBI y así reducir la pobreza. Este bloque, que vela por la democracia y la erradicación de las ideologías marxistas en el vecindario, ayudará enormemente a cumplir dicha meta. Ya lo dijo el mandatario chileno y ahora primer presidente de Prosur, Sebastián Piñera: “Este organismo es y siempre será un grupo libre de ideologías, y trabajará en conjunto por la democracia”. Como se sabe, las dictaduras han sido las grandes causantes del retraso en los países sudamericanos.

La reciente tragedia venezolana es el más claro ejemplo. El país con los mayores recursos de petróleo del mundo vive hoy la más terrible de las inflaciones. Según el Fondo Monetario Internacional, Venezuela terminará este año con una hiperinflación de 10,000,000%. ¡Insólito!. Este mismo organismo señala que América Latina crecerá apenas 2% este año, frente a una expansión mundial de 3.5%. La reciente crisis venezolana, causada por la dictadura de Nicolás Maduro, y la inflación en Argentina han impedido un mayor crecimiento en esta parte del mundo. En buena hora coincidieron las victorias de Iván Duque en Colombia, Bolsonaro en Brasil y Mauricio Macri en Argentina. Todos esos líderes de centro derecha influyeron mucho para formar el Prosur.

El Perú tiene que alinearse a los objetivos del Prosur. Ni dictaduras ni gobiernos de izquierda deben retornar a nuestro país. Al igual que casi toda Sudamérica, tenemos con qué pulverizar la pobreza, si elegimos mandatarios con una visión clara de desarrollo.