Pedro Olaechea

Ahora, ¿quién podrá defendernos?

Necesitamos una reforma estructural del sistema de justicia

Ahora, ¿quién podrá defendernos?
Pedro Olaechea
17 de julio del 2018

 

Tras la publicación de los audios que involucran a miembros del sistema judicial peruano, han quedado en evidencia las falencias que ya habían sido señaladas por la ciudadanía, y ha colapsado el sistema de control de la magistratura. En consecuencia, el Poder Judicial pierde cada vez más credibilidad y nos vemos ante la necesidad de hacer una reforma estructural en nuestro sistema de justicia.

¿No será parte del problema de corrupción el haber generado estructuras independientes, autoreguladas y fuera del control de otra estructura que no sean ellas mismas? Me explico: el Consejo Nacional de la Magistratura es una institución independiente que se encarga de seleccionar, nombrar y ratificar a los jueces y fiscales en nuestro país. Es un organismo que está fuera del control de otros poderes, lo que termina siendo problemático.

Es verdad que el Congreso puede remover a los miembros del CNM en caso de falta grave; sin embargo, esto solo aplica si es que ya ocurrió un problema. A mi parecer, no debemos esperar a que esto ocurra. En Estados Unidos y en Inglaterra, por ejemplo, se ha logrado un equilibrio entre sus principales poderes. ¿Qué hicieron? Generaron un sistema de poderes cruzados: pesos y contrapesos. No hay ninguna estructura de poder que esté fuera del control de las otras dos fuerzas.

Por ejemplo, los jueces de la Corte Suprema estadounidense son propuestos por el presidente al Congreso, el cual evalúa y ratifica al juez nominado. Asimismo, el Senado puede destituirlos por inconducta funcional. Adoptar un sistema similar, que se aplique también a la Fiscalía, es una posibilidad a considerar.

Nuestro país no es ajeno al sistema de pesos y contrapesos. El presidente de la República, como hemos visto, puede ser destituido por el Legislativo. A su vez, el mecanismo de disolución del Parlamento está claramente contemplado en la Constitución. Sin embargo, hacen falta ajustes que precisen y tipifiquen las causales de vacancia para funcionarios públicos —como la de incapacidad moral— para evitar discusiones que linden con el bizantinismo.

Una objeción común a este sistema, en el cual el Poder Judicial está sujeto al control del Legislativo y Ejecutivo, es que estos dos últimos tienen un fuerte componente político, lo cual es cierto. No obstante, el poder del Estado —en su totalidad— emana de la Nación y debe estar sujeto a controles democráticos. Por ello, pretender que el Poder Judicial se autorregule casi por completo es un sinsentido. A menos, claro, que queramos una suerte de “reyes filósofos” que, debido a su gran sabiduría, tengan total autonomía y no rindan cuentas.

Ahora, no podemos dejar de lado que hay muchas otras reformas que deben ir de la mano de este proceso de “desblindaje” del PJ para que sea realmente significativo. Eliminar la excesiva judicialización de conflictos, revisar la necesidad de reinstaurar un Senado, replantear nuestro sistema electoral y evaluar la posibilidad de tener elecciones a destiempo y con voto uninominal son temas urgentes. No obstante, lo esencial es que nadie quede fuera del sistema de pesos y contrapesos. Como bien lo afirmó Jorge Morelli en su artículo de fecha 11 de julio, el juego del “yan ken pó” funciona porque uno es siempre controlado por los otros dos jugadores.

Para terminar, creo que debemos ser cautelosos a la hora de evaluar las soluciones que distintos sectores proponen para lidiar con este grave problema. El Instituto de Defensa Legal (IDL) ha propuesto acudir a la CIDH para que esta intervenga y refunde el CNM, pero resulta que esa misma CIDH le ordena al Congreso archivar un proceso de fiscalización contra cuatro magistrados del Tribunal Constitucional acusados de cometer prevaricato. Entonces, ¿para unos sí es legítima la destitución y para otros no? Debemos dejar de lado pasiones y enfrentamientos para distinguir los genuinos intentos de sanear nuestro sistema judicial de aquellos que buscan jalar agua para su propio molino en medio de la crisis.

PD. Alzo mi voz de protesta por la forma en la que la Fiscalía ingresó a IDL Reporteros para tratar de llevarse el material de investigación, sin una orden escrita.

 

Pedro Olaechea
17 de julio del 2018

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