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¿Regresarán los partidos al sur del Perú?

La alentadora noticia de la reinscripción de los viejos partidos

¿Regresarán los partidos al sur del Perú?
Víctor Andrés Ponce
15 de febrero del 2023


Luego de la desaparición del aprismo y del fujimorismo en el sur del Perú, las corrientes comunistas y socialistas vinculadas al eje bolivariano y la suma de oenegés de izquierda antimineras se convirtieron en una voz monocorde y totalitaria en las regiones sureñas. Corrieron solos, como se dice en el habla popular. Y trotaban solos destruyendo el enorme potencial del Perú en el corredor minero del sur –donde se produce el 50% del cobre nacional– y difundiendo la brujería de los llamados “pueblos originarios” en las comunidades altoandinas.

Luego del fallido golpe de Pedro Castillo y la violencia insurreccional contra la Constitución y el Estado de derecho, quedó en absoluta evidencia que el Movimiento por la Amnistía de Derechos Fundamentales (Movadef) y los núcleos vinculados al eje bolivariano estaban solos, habían engordado bajo la sombra del Estado –durante el año y medio de gobierno de Castillo– e, incluso, entre ellos se disputaban la conducción de la violencia revolucionaria.

Frente al bloqueo de las carreteras y el cierre de los mercados, las amplias mayorías del sur –sobre todo de las ciudades de Juliaca, Puno y Cusco– no contaron con una dirigencia civil que defendiera la producción y la economía familiar. Y de alguna manera así sucedió a nivel nacional. La respuesta de la civilidad contra las vanguardias comunistas en Ica, Callao, Piura, Trujillo y Madre Dios, entre otros, siempre fue un movimiento espontáneo. Nunca hubo un partido democrático que organizara y liderara. Y la mayoría de la gente comenzó a aliarse con la policía nacional (PNP) y las fuerzas armadas. Sin embargo, las fuerzas de seguridad no hacen política. Allí no reside su naturaleza.

Por todas estas consideraciones, el anuncio de la reinscripción del Partido Aprista y la posibilidad de reinscripción del PPC son extraordinarias noticias. Lo del Apra revela que hay una juventud pujante, una estructura de cuadros que ha sobrevivido pese al final de sus líderes históricos, y no obstante la ausencia de reforma ideológica y cultural en el partido de Alfonso Ugarte.

¿Demasiada esperanza en los viejos partidos del siglo XX? Puede ser. Lo que sucede es que la posmodernidad ha destruido a los nuevos políticos emergentes: un individualismo exacerbado y la ausencia de tradiciones los lleva a creerse los fundadores de un nuevo mundo. No tienen viejos ni historia de los cuales aprender. El aprendizaje les demandará una década.

En cualquier caso, si el Apra y el socialcristianismo pretenden renacer, lo tienen que hacer en el sur. ¿Por qué? Hoy la peruanidad está amenazada por vanguardias comunistas que han paralizado a la abrumadora mayoría de las regiones sureñas, una parálisis que pone en cuestión la unidad del Perú con la magia de “los pueblos originarios y la república aymara”.

Por ejemplo, el Apra no puede renacer en el sólido norte porque está demasiado ocupado y pesa demasiado el desgaste del siglo XX. El Apra solo puede renacer en el sur, en las alturas de los Andes, en las ciudades sitiadas por las vanguardias comunistas, en el corredor minero del sur. Para una gesta de ese tipo no solo se necesita la antigua heroicidad partidaria, sino también la apuesta cultural e intelectual de los líderes del siglo pasado. Veremos.

Víctor Andrés Ponce
15 de febrero del 2023

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