El descenso de Castañeda

Aproximación a las razones de la caída de aprobación del alcalde.

En la última encuesta de Ypsos, el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, desciende de 59% de aprobación a 49%. Es decir, 10 puntos en un mes. Es evidente que el alcalde de Lima ha comenzado un significativo descenso en la aprobación, pero también es evidente que es el político en ejercicio con todavía la más alta aprobación del país. ¿Cómo explicar  la caída?

Todo parece indicar que el equipo de Castañeda no ha logrado ajustar la estrategia luego del abrumador triunfo electoral, nunca antes visto en la historia capitalina. No solo hubo aluvión de votos sino que los castañedistas se impusieron sobre una de las guerras mediáticas más feroces que se recuerde en medios escritos y televisión.

En este contexto, la renuncia a una estrategia de comunicación es una de las causas que explican el descenso. Por ejemplo, la guerra mediática anti busca imponer la idea de que en Lima hubo reforma del transporte y que la actual gestión intenta desarmarla. Cualquier analista ponderado señalaría que si hubiese habido reforma, entonces, la señora Villarán habría ganado las elecciones pasadas, sin lugar a dudas. La mayoría de los limeños ni siquiera tomó en cuenta la idea de una reforma al respecto. Es innegable, pues, que faltan explicaciones sorteando el bloque mediático que se alza en contra.

La otra razón del descenso del alcalde tiene que ver con la cruenta guerra que libran algunos medios. Sorprende la unanimidad en la anti propaganda, como si algunas redacciones funcionaran cual comandos de campaña política. La novedad de este bloque mediático adverso es que no actúa en una campaña electoral (algo que se puede asimilar) sino en el desarrollo y ejercicio de la administración. La anti campaña se entiende en el villaranismo que fue molido por el castañedismo, pero, ¿cómo comprender la artillería mediática? Tema para los sociólogos y los investigadores.

Ahora bien en medio de estos factores, ¿cómo se entiende la persistencia de un apoyo considerable al burgomaestre? Con todo lo que sucede ya debería estar con la escasa aprobación de Humala, o, ¿no? La única razón es que la gestión está desarrollando una inmensa obra popular –tal como se conoce- que no se comunica, al igual como se renuncia a informar en el tema del transporte.  Ahora bien, ¿qué le puede deparar el futuro a Castañeda?

El peligro para los activistas de la anti propaganda, es que si el alcalde logra resolver la comunicación y la información, tarde o temprano, recuperará los puntos perdidos. El mayor peligro para el bloque mediático y los activistas del anti Castañeda es que el silencio oculte los resultados que contemplaríamos en el futuro. En otras palabras, quizá el silencio vuelva adverso el corto plazo, pero en el horizonte del mediano y largo, Castañeda podría volver a cortar oreja, pata y rabo. Es decir, podría ser el político que le vuelva a pisar el cuello al villaranismo y la izquierda y también que le vuelva a clavar las banderillas a los medios que optaron por la política en este tema abandonando el periodismo.

Por Víctor Andrés Ponce

20 - May - 2015