KEIKO FUJIMORI: TAN FUERTE y TAN DÉBIL

Sobre las declaraciones de su vicepresidente

Cuando todas las encuestas otorgan a Keiko Fujimori el primer lugar con más de un tercio de intención de voto a su favor, de forma socarrona, José Chlimper, candidato a la vicepresidencia, defendió a la candidata al decir que no infringió la ley electoral por “ayuda de la virgen”. Si bien el desliz de Chlimper no puede costarle mucho hoy, mañana le pasará factura. Dar municiones al antifujimorismo puede resultar contraproducente.

Para la señora Fujimori y el Fujimorismo en pleno las elecciones todavía no han empezado. Luego del 10 de abril, cuando se sepa quién acompaña al Fujimorismo en la segunda vuelta, las elecciones serán el ensayo de una guerra sin cuartel contra la hija de Alberto.

Hoy, en primera vuelta, el Fujimorismo corre solo y con todas las ventajas posibles.  Como tirios y troyanos reconocen que es imposible desbancar del primer lugar a Keiko Fujimori apenas han probado ataques contra la candidata naranja. Todos los reflectores se han centrado en el primer “anti”, el antiaprismo y vemos como de pronto periodistas y medios de comunicación se han unido en el objetivo de sacar a García de una segunda vuelta. Pues bien, esos mismos periodistas y medios de comunicación irán tras la candidata fujimorista en la segunda vuelta.

Las embestidas y agresiones que la candidata Fujimori ha recibido en Cusco o Arequipa, o las marchas multitudinarias que realizan colectivos adheridos a la izquierda son apenas un ensayo de lo que se viene. Unas elecciones son lo más parecido a una batalla donde todo vale. El antifujimorismo puede llegar a unir compañeros de viaje impensables y sorprendentes. De allí, por ejemplo, que el Nobel Vargas Llosa se convirtiera en el garante del nacionalismo en el 2011 y hace algunas semanas atrás el escritor ha advertido que de alguna u otra manera jugará en contra de la señora Fujimori en estas elecciones.

Probablemente, el escenario de la segunda vuelta será muy polarizado, con grupos de izquierda activando protestas en contra del Fujimorismo y quizá con militantes naranjas respondiendo a los ataques. No obstante, la segunda vuelta servirá para conocer de qué madera están hechos los candidatos y si tienen tesón para las presiones y los balazos.     

Dislates tontos y frases increíbles dichas por operadores políticos naranjas sirvieron de condimento contra el Fujimorismo en el 2011. Hasta ahora Jorge Trelles, vocero del Fujimorismo, debe arrepentirse por decir la malhadada frase de “nosotros matamos menos” en plena segunda vuelta pasada. Algunos dicen que en ese momento Keiko Fujimori perdió las elecciones.

Así como la candidatura naranja está fuerte con su más de 30% de intención de voto, nada ni nadie puede predecir cómo responderán los fujimoristas a los ataques o presiones propias de una contienda. Quizá allí veamos las verdaderas debilidades del Fujimorismo y tendrán que pedirle mucho más que una “ayudita” a la virgen.         

IVAN ARENAS