¿Indultar a Alberto Fujimori o no?

Las negociaciones políticas detras de ese indulto

El todavía Presidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano, afirmaba que el Ministerio de Justicia recibió la solicitud de indulto de parte de la defensa del ex presidente Alberto Fujimori y que “estaba en trámite”. Ahora se sabe la decisión tomada por el aún jefe de Estado,  Ollanta Humala: no le va a otorgar el indulto al ex presidente Alberto Fujimori. Lo que sí se sabía era que el indulto del ex presidente se había convertido en pieza de intercambio político fundamental, tanto para este gobierno como para el que viene.

Algunas aproximaciones indicaban que si Humala indultaba a Fujimori, la “pareja presidencial” se  iba a librar de una segura investigación durante los próximos años. Ese escenario tenía mucho a su favor ya que el Parlamento es de mayoría fujimorista, no hay bancada nacionalista y los congresistas del Ejecutivo no pondrán defensa alguna por la pareja Humala - Heredia. Es decir, con un posible indulto a Fujimori, Humala aseguraba la paz para su familia. Y de esta manera Nadine Heredia, quien sería la más favorecida, podría tener todo el próximo quinquenio para construir su candidatura en el 2021.

En términos de real politik esta era la oportunidad de Humala. No obstante, el indulto al ex presidente no hubiese sido tan fácil, ya que son conocidas la influencia de Mario Vargas Llosa en el gobierno y su animadversión contra el fujimorismo. Es cierto que en términos prácticos habría sido demasiado inocente que Humala le haga caso a Vargas Llosa. La política a veces tiene estas paradojas y las decisiones se toman con la frialdad necesaria. Si Humala rechazaba el indulto es seguro que será objeto de una venganza naranja.

Dejando al lado el odio y las pasiones, razones sobran para investigar a Humala, pero más a Heredia. El ex congresista nacionalista Omar Chehade, hoy llamado “traidor” por la todavía primera dama, puede ser un colaborador de suma importancia para la próxima comisión investigadora. Como Chehade hay varios más que estarían dispuestos a colaborar solo por cobrarse la mezquindad y la obnubilación que el efímero poder ocasinó en Heredia.

Ahora tampoco es que el nuevo presidente Pedro Pablo Kuzcynski esté a salvo. Politizar más el caso de Alberto Fujimori es acabar con el poco vínculo que aún le queda con la bancada naranja. Que tengamos un Congreso de mayoría abrumadoramente opositora es una novedad, y nadie puede predecir cómo será el rompecabezas de la gobernabilidad Ejecutivo-Legislativo en estos cinco años.

Como Humala desestimó la idea del indulto al expresidente ahora queda por saber cómo reaccionará el fujimorismo. Ollanta no ha sido tonto, ha medido los impactos de su decisión. La jugada le va a valer varias canas y preocupaciones.