A cucharaditas

¿Alguien cree, a estas alturas, que toda esta cuestión de los audios que se difunden por cucharaditas, tienen el noble y solo propósito de curar al sistema justicia de la corrupción, que tanto daño le hace a nuestro país? ¿Quiénes mantienen en vilo a todo el país soltando a su antojo, y evidente conveniencia, estos audios en los que desfilan políticos, jueces y empresarios?

Por la manera como vienen haciéndose públicos, más parece que existiera el interés de apoderarse de los puestos claves de la administración de justicia. Los audios seguirán saliendo al aire hasta lograr que los amigos y afines políticos de los que tienen en su poder esta información alcancen a ocupar esas posiciones. Porque los amigos siempre son píos y puros, transparentes e inmaculados. Los amigos no tienen audios ni negocian. En cambio, a cada juez que asume un cargo importante, le sacan su audio. Al otro día asume uno nuevo, le sacan su audio también. Y así, seguirán hasta que logren su objetivo.

En el Perú existe una indignación selectiva. ¿Cómo es posible que no se hiciera el mismo escándalo por el doctorado falso de Eloy Espinoza-Saldaña, miembro del Tribunal Constitucional? Un día se hizo público, el hombre pidió vacaciones para sustentar su doctorado y no pasó nada. Si Eloy fuera aprista, hace rato lo hubieran crucificado.

Otro ejemplo. Durante el proceso de vacancia de Pedro Pablo Kuczynski de la presidencia, todos escuchamos al ex ministro de Transportes y Comunicaciones, Bruno Giuffra, tratar con el congresista Moisés Mamani las coordinaciones para un encuentro con el ex presidente. Desde entonces hasta hoy, ¿dónde está Giuffra? ¿Alguien lo ha buscado en la universidad donde dicta clases? ¿Alguien le ha tocado la puerta de la misma manera en que se hizo con Walter Ríos? ¿Por qué? ¿Cómo es la nuez?

Jorge Barata dijo una vez que le había entregado US$ 300,000 a Susana de la Puente para la campaña presidencial de PPK, en 2011 ¿Alguien ha tocado la puerta de la ex embajadora del Reino Unido? ¿Por qué no hay el mismo escándalo?

Lo que hemos escuchado tratar en los audios presentados por IDL y la manera en que se negocia la justicia de la gente es ciertamente asqueroso. Supongo que muchos peruanos se preguntarán cuántas cosas sabríamos si hace cincuenta años hubieran existido audios, fotos y relojes grabadoras al alcance de cualquier mortal. Todo esto es nauseabundo.

El Perú no puede seguir en esta incertidumbre. A cucharaditas. Por el bien de las familias peruanas, espero que todo esto se resuelva pronto.