La comisión de Constitución del Congreso de la R...
Barnechea propone “renegociar” contratos de gas
El desarrollo de una campaña electoral desata ferias de promesas. En el 2011 Ollanta Humala nos sorprendió con la oferta del balón de gas a 12 soles. Todos sabíamos que era demagogia a menos que se instaurara un régimen chavista. Hoy sabemos que es una mentira. Ahora Alfredo Barnechea, candidato de Acción Popular, acaba de proponer “renegociar” los contratos del gas porque “el Perú habría perdido US$ 850 millones por exportaciones”.
Antes de cualquier cifra una cuestión de principios: Si el país comenzará a “renegociar” los contratos del gas, de las inversiones mineras, y de otros sectores, simplemente, acabaríamos con la economía mercado en el preciso momento en que las grandes inversiones se alejan por la caída de los precios del gas y de los commodities.
Pero lanzar una cifra millonaria y sostener que el Perú ha perdido tanto por un contrato está bien para Verónica Mendoza, la candidata del Frente Amplio, pero nunca para los herederos de Fernando Belaunde Terry. ¿Por qué? Por la sencilla razón que el respeto a los contratos es una columna vertebral de la economía abierta que nos ha permitido crecer y reducir pobreza como nunca en nuestra historia. Jamás el Perú había llegado a tal nivel de inclusión (solo 22% de pobres) y expansión del bienestar. ¿Cuándo hubo un momento así en el país? Nunca.
Algo más. La Constitución, las leyes, y los tratados internacionales respaldan el contrato del gas. Si las empresas no aceptan, ¿cómo va a renegociar Barnechea? ¿Pateará el tablero? Evo Morales es el peor ejemplo para abordar este asunto, o, ¿sí?
Cuando se elaboraron los contratos de gas para la exportación hacia México, que permitieron que los bancos financiarán el proyecto de inversión más grande en la historia del Perú de ese entonces (US$ 2,200 millones), nuestro país acababa de desmontar el estado empresario y alrededor del 60% de la población estaba debajo de la línea de pobreza. El marcador de precio que se usó fue el Henry Hub, que cotizaba mucho más que el NBP (Europa) y el JKM (Asia). Hoy las cosas han cambiado: el Henry Hub está en alrededor de US$ 2.50 dólares por millón de BTU frente a US$ 5.50 del JKM y del NBP. ¿Podemos entonces cambiar las reglas que posibilitaron la inversión más grande de inicios de este siglo? Quien cree en la economía abierta dirá que no. Y el candidato puede decir que sí.
El tema es demasiado técnico para el ciudadano de a pie. Las cifras van y vienen. Los “renegociadores” tienen que demostrar que el Perú solo ha recibido US$ 33 millones por regalías. Y, ¿los US$ 110 millones que el estado recibió por la venta de GLP en el mercado interno? ¿No son regalías? Para exportar gas también se debe sacar GLP, ¿no es verdad?
Por otro lado se ha sostenido que renegociaciones “liberan de regalías al gas que se reinyecta en los pozos”. El gas reinyectado a los pozos es el que no se exporta ni se vende en el mercado interno, por lo tanto, no se pagan regalías ¿De allí vienen los US$850 millones de dólares? Tremendo atolladero que puede hundir una campaña.
Lo cierto es que la política gasífera del Perú es uno de los grandes aciertos de los últimos 25 años. Toda la demanda interna es atendida no obstante los volúmenes de exportación. Si no hubiese habido ventas en el exterior no habrían continuado las exploraciones ni se habían descubierto los lotes 57,58 y 76. No tendríamos reservas para más de 30 años. La propuesta de Acción Popular ha entusiasmado ideológicamente a la izquierda, pero el debate evaporará las cifras y demostrará que los estudios solo son estrategias políticas.
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