Los peruanos e hispanoamericanos celebramos la Semana Santa, d...
El audio en que se registra el compromiso del presidente Vizcarra frente a los sectores radicales antimineros y el gobernador de Arequipa, Elmer Cáceres Llica, de suspender la licencia de construcción del proyecto Tía María, es simplemente devastador. No solo porque es una forma de asumir un compromiso frente a los movimientos comunistas que pretenden paralizar las inversiones mineras y en recursos naturales, sino porque, en la práctica, ha legitimado las estrategias violentistas en contra de las minas emplazadas en el llamado Corredor Minero del Sur, en donde se produce más del 50% del cobre nacional, y que representa cerca del 1.5% del PBI.
Y, ¿por qué es devastador? Porque el compromiso ante los movimientos extremistas se volvió realidad con la resolución que suspende la licencia de construcción. Ante semejante constatación es más que evidente que estamos ante una forma de infracción constitucional, por la manera en que el jefe de Estado renuncia abiertamente a las funciones que le ha conferido la Carta Política.
No encontramos un adjetivo para calificar el exabrupto presidencial. En este contexto, la posibilidad de que el Congreso inicie un proceso de vacancia por incapacidad moral —el jefe de Estado ha renunciado públicamente a ejercer la máxima autoridad estatal— o que el propio presidente Vizcarra contraataque con la propuesta de adelantar las elecciones generales se convierten en los extremos de una grave polarización política. Resulta incuestionable que la autoridad del máximo magistrado de la nación está en entredicho.
En este portal hemos planteado la tesis de que el presidente Vizcarra, al plantear el adelanto electoral, se ha convertido en una especie de lame duck, que en inglés significa "pato cojo". En otras palabras, es un jefe de Estado —igual que en Estados Unidos— encargado de convocar a elecciones y entregar el poder por decisión propia. En este contexto vale preguntarse, ¿qué empresa nacional o extranjera puede invertir en el Perú con el presidente Vizcarra en el poder? ¿Acaso los movimientos extremistas que pretenden paralizar inversiones en el Perú no se sentirán alentados a seguir desarrollando sus estrategias violentistas para bloquear la producción minera?
El daño que le causa el presidente a la República es simplemente incalculable. ¿Por qué? Los proyectos mineros de Cerro Verde, Las Bambas, Antapaccay, Constancia y otros en el sur, representan la producción de más del 50% del cobre nacional en el llamado Corredor Minero del Sur, una de las zonas consideradas con mayor potencial en el planeta para producir el metal rojo.
Bueno, todos lo movimientos comunistas, extremistas y radicales antimineros se han concentrado en esta zona para bloquear la producción minera, argumentando leyendas y mentiras medioambientales. El objetivo principal: ralentizar el crecimiento para que el Perú vuelva a ser una sociedad que aumenta pobreza, y convertir las elecciones del 2021 en una movilización en contra del modelo económico y la Carta Política de 1993. Claro que también están las ONG y los movimientos comunistas, que solo responden a los intereses de los grandes especuladores del cobre mundial y que con cada proyecto paralizado en el Perú, ganan centavos en el precio del metal rojo y millones en las bolsas.
Por todas estas consideraciones el audio en que el presidente Vizcarra planifica con los extremistas la suspensión de la licencia de construcción de Tía María es un acto difícil de reparar desde el punto de vista del Estado democrático y la economía de mercado, que consagra la Constitución Política del Perú. A estas alturas el presidente Vizcarra comienza a acostumbrarse a cometer actos políticos que, simplemente, se vuelven difíciles de enmendar.
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