Las bancadas de la centro derecha –entre ellas Fuerza Po...
Días atrás, integrantes de la Comisión de Riesgo de San Juan de Catas (distrito de Punta de Bombón, en la provincia de Islay) recibieron equipos e infraestructura de riego para modernizar el agro local. Dichos equipos son parte de una nueva contribución de la empresa Southern Perú, concesionaria de Tía María, el proyecto cuprífero de US 1,450 millones que espera el visto bueno de la administración Castillo.
Todos los equipos –55 compuertas y bolsas de cemento, entre otros– servirán para evitar las inundaciones causadas por el aumento de caudal del río Tambo en temporada de lluvias, en uno de los valles con mayores hectáreas de cultivos de cebolla y ajos. Vale indicar que hasta antes de esta contribución de la empresa minera los agricultores controlaban el regadío utilizando palos y plásticos.
A todo lo anterior debemos sumar los huertos y biohuertos que la misma empresa minera está instalando, además de las capacitaciones que brinda a los habitantes de los distritos de Deán Valdivia y Mollendo. Estas iniciativas se enmarcan en un gran programa de desarrollo llamado Valle Unido, cuya finalidad es mejorar la competitividad agraria. Estamos entonces frente a un caso inédito de alianza entre la minería y la agricultura.
El gran desafío del agro en la provincia de Islay es obtener dos o tres cosechas al año. Un objetivo que aún hoy no se puede lograr, a pesar de los programas estatales de ayuda (Agroideas, sobre todo). No obstante, Valle Unido y la minería moderna han empezado a financiar de manera directa diversos programas de productividad agrícola; es decir, la minería se ha convertido en una palanca del desarrollo de la agricultura.
Cabe recordar que meses atrás, el mismo presidente ejecutivo de Southern, Oscar Gonzales Rocha, indicó que están prestos a apoyar con el destrabe de proyecto Paltiture, una represa que podría convertir el Valle de Tambo en un milagro verde. Sin embargo, este proyecto hídrico hoy está detenido por divergencia entre municipios de Puno y Arequipa.
La izquierda ha demonizado la minería moderna en la zona bajo el pretexto de que con Tía María se acabaría con la agricultura local, porque “consumirá todo el agua que hoy sirve para el riego”. Nada más falso porque, como se sabe, Southern invertirá alrededor de US$ 90 millones en la construcción de una moderna planta desalinizadora para procesar el agua del mar que utilizará para todas sus operaciones.
Southern y Tía María avanzan “socialmente”, y están construyendo un bloque mayoritario a favor de un proyecto que podría generar más de 9,000 puestos de trabajo de manera directa. Pero todo indica que para la administración Castillo, que ha relativizado la minería moderna, ello no es importante. Pedro Francke, ministro de Economía, en una opinión política y no técnica, sostuvo semanas atrás que Tía María “es inviable”.
En los últimos días, el pequeño pero potente sector antiminero de la zona ha empezado a movilizarse exigiendo “rendición de cuentas” a los congresistas de Perú Libre elegidos por la provincia de Islay. Se ha convocado para los próximos días a una reunión para “analizar” la posición del Gobierno de izquierda. Estaremos atentos.
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