La comisión de Constitución del Congreso de la R...
Gobierno declara estado de emergencia para detener a radicales
El Gobierno central ha tenido que declarar en emergencia el distrito de Coporaque, en la provincia de Espinar (Cusco). ¿La razón? Líderes antimineros, con la complacencia de las autoridades locales, estaban gestando una bien organizada asonada violentista en contra del proyecto Hudbay Constancia e iban a tomar la carretera por donde transitan los camiones de la empresa minera. Aunque la decisión del Gobierno es acertada, señalamos que aún falta una estrategia integral para gestionar y reducir los conflictos sociales, sobre todo en las regiones de Apurímac y el Cusco que son parte del llamado Corredor Minero del Sur, extensa zona estratégica donde se ubican los principales proyectos de cobre del Perú.
¿Qué sucede en Coporaque? Tras la creación de una mesa de diálogo —entre la empresa minera Hudbay y los líderes locales, incluidos el alcalde Vicente Condori—, el 16 de febrero último los líderes decidieron de forma intempestiva organizar un Comité de Lucha y realizar un paro de 72 horas, además de la toma de la carretera. Por la carretera aledaña a Coporaque transitan no solo los camiones que transportan el mineral desde Constancia, sino además del proyecto Las Bambas; de allí la importancia de la vía. En la plataforma que exige el Comité de Lucha están los S/. 5 millones de “aporte voluntario” para obras de infraestructura y la construcción de la carretera. Entre los varios reclamos del Comité de Lucha destaca uno totalmente absurdo: se culpa a los camiones que transportan el mineral de afectar la carretera, y que por eso se producen accidentes. Sin embargo la carretera es una vía nacional cuyo mantenimiento es absoluta responsabilidad de Provías Nacional.
No obstante, la empresa Hudbay ha firmado voluntariamente un convenio con Provías Nacional para el mantenimiento de un tramo de la carretera (PE3SG), en el cual se encuentra comprendido el distrito de Coporaque, con el ánimo de contribuir a una adecuada transitabilidad en la zona. A pesar de eso, el alcalde distrital Vicente Condori y el líder antiminero Sergio Huamaní pretendieron continuar con las violentas protestas, que han sido suspendidas debido al estado de emergencia promulgado por el Gobierno. A todo aquello debemos agregar que Coporaque no está dentro del área de influencia directa o indirecta del proyecto Constancia.
El paro en Coporaque tiene una finalidad absolutamente política. En las últimas horas se ha conocido que Sergio Huamaní ha renunciado a presidir el Comité de Lucha, porque un sector de la población local ha reparado que Huamaní estaba sacando partido política de las demandas. Además ha seguido la misma estrategia que desarrollaron cuatro comunidades campesinas en Las Bambas, que exigieron a la empresa MMG un pago porque los carros que transportan el mineral transitan por una carretera nacional.
Es preocupante lo que sucede en el sur peruano, todavía más cuando —según un informe de la Defensoría del Pueblo— la región Apurímac tuvo el mayor número de casos de conflictos sociales en el mes de enero. La región sureña reportó 26 casos, cerca del 70% de ellos relacionados con proyectos extractivos (minería). A la región Apurímac le sigue Cusco, con 18 conflictos reportados en el mismo mes. Semejante noticia debe poner en alerta a las autoridades nacionales y regionales. El gobierno pepekausa debe poner las barbas en remojo.
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