Las bancadas de la centro derecha –entre ellas Fuerza Po...
En 1980, poco después de la elección de Fernando Belaunde como presidente de la República, en Umuto –en la periferia de Huancayo–, en un local perteneciente a Centromin Perú (minera estatal), la Policía de Investigaciones (PIP) descubrió una serie de pozos de maceración de hojas de coca. El hallazgo conmovió a la ciudad; no obstante, ya existían sospechas sobre la llegada del narcotráfico a la ciudad. Hoy, cuatro décadas después, esas noticias son pan de cada día. En la localidad de Pajarijari, distrito de Río Tambo –en Satipo–, días atrás fueron incautados 697 kilos de clorhidrato de cocaína y pasta básica de cocaína en paquetes tipo ladrillo. Entre las personas detenidas figura un menor de edad. El valor de lo incautado sería de más de medio millón de dólares. Por esos días, en Huancayo fue detenido un joven proveniente de Ayacucho con 13 kilos de droga (en paquetes con las mismas características), y algo similar ha ocurrido recientemente en Ventanilla (Lima).
El Montonero.pe ha denunciado en numerosas oportunidades la relación existente entre la delincuencia organizada en los bosques peruanos y Sendero Luminoso. Numerosos dirigentes indígenas han sido asesinados por denunciar la presencia del narcotráfico en sus territorios. Las amenazas y el peligro han hecho que comunidades enteras renuncien a los lugares que por siglos les pertenecieron. Asimismo, los concesionarios forestales abandonan sus actividades productivas después de ser amenazados por el narcotráfico, aliado del senderismo. Según versiones confiables, la tala ilegal, el contrabando de madera, la minería ilegal y otras actividades criminales son controladas por el senderismo.
Vale señalar que los informes constantes de las oenegés vinculadas al marxismo señalan que la deforestación es causada por el avance de las actividades agrícolas en la Amazonía. Sin embargo, omiten indicar en sus reportes que esas actividades agrícolas corresponden al avance de la siembra de hoja de coca.
En un reciente informe de la Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas (ONDCP, de la Casa Blanca) se establece la pérdida de bosques amazónicos, que pasó de 72,000 hectáreas en 2019 a 88,200 hectáreas en 2020. Asimismo, señalan el aumento del cultivo de coca en los bosques deforestados, de 649 toneladas métricas a 810 toneladas métricas en el mismo periodo. Es decir, las autoridades no han hecho absolutamente nada para detener el incremento del narcotráfico. Otros reportes señalan la existencia de más pistas de aterrizaje clandestinas, útiles para las actividades delictivas.
En este contexto, llama la atención que los sectores marxistas en el Congreso de la República insistan en establecer “reservas naturales” con el propósito de detener las actividades forestales, construcción de caminos, puertos, puentes y todo lo que represente la presencia del Estado en zonas altamente abandonadas. ¿Cómo así los gobiernos locales y nacionales pueden abdicar de su principal función de otorgarle seguridad y servicios básicos a todos los peruanos, sobre todo a los alejados de los centros poblados?
Diversas iniciativas relacionadas con la construcción de caminos de penetración entre los pueblos de la selva han sido rechazadas con el argumento de que “alteran” el ecosistema. Es el caso del proyecto del ex congresista Glider Ushñahua, que proponía conectar Puerto Esperanza, en Ucayali, con Iñapari, en Madre de Dios. Marco Arana –dueño de la ONG Grufides y entonces congresista del Frente Amplio– propuso derogar la iniciativa porque el proyecto “colisiona con la intangibilidad de los pueblos amazónicos originarios en situación de aislamiento, sin contacto”. Según Carlos Cabrejos, experto en temas forestales, la experiencia ha señalado que a más intervención privada en esas zonas, mayores posibilidades de protección de los bosques y mejoras en la vida de los pobladores.
La izquierda y el marxismo suelen boicotear las iniciativas económicas para aprovechar los recursos naturales existentes (minerales, hidrocarburos, tierras raras por descubrir), iniciativas que contribuirían al bienestar de la población. En un eventual gobierno de Pedro Castillo, ¿continuará la izquierda con esta actitud?
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