Retroceder nunca, rendirse jamás

Ecologismo radical contraataca y pretende usar COP Lima para frenar inversiones

El gobierno de Ollanta Humala parece bipolar en economía, una administración con dos cabezas, porque mientras el ministerio de Economía y los sectores de la producción tratan de destrabar las inversiones, el portafolio del Ambiente impulsa una estrategia nacional e internacional para mantener las sobrerregulaciones ambientales a las inversiones en minería, petróleo y energía.

La estrategia de las organizaciones del ecologismo radical -que en vez de preservar el ambiente buscan cambiar el modelo económico-, es convertir la reunión de la COP de Lima en un hito que cambie la política económica.

Pero antes una aclaración:  La COP Lima no será una Cumbre Mundial de jefes de Estado, sino una Conferencia Interministerial en la que “se esbozará” los lineamientos de un Nuevo Acuerdo para el Cambio Climático que se celebrará el 2015 en París. La estrategia del ecologismo radical es vender la idea de que el nuevo acuerdo se sellará en Lima y no en París. Estamos, pues, ante una reunión internacional más sobre el tema.

¿Cómo así se pretende usar la COP Lima para detener las inversiones en recursos naturales? Recientemente, por ejemplo, se ha conocido un pronunciamiento de más de 100 organizaciones ecologistas radicales del planeta en contra de las medidas del ex ministro de Economía Miguel Castilla que eliminan sobrerregulaciones ambientales a las inversiones en recursos naturales. El pronunciamiento llama a dichas medidas “paquetazo ambiental”. Otro hecho: el ministro del Ambiente, Juan Pulgar Vidal, se opuso al reemplazo de los estudios de impacto ambiental para la sísmica de las exploraciones petroleras marinas por declaraciones juradas –tal como sucede en todos los países del Mar del Norte- en el preciso momento en que Humala hablaba sobre el tema en Nueva York.

Pero las cosas no quedan allí. Para el 30 de este mes se anuncia el foro internacional sobre “El Ordenamiento territorial y los retos de las ciudades del siglo 21 frente al cambio climático, la justicia hídrica y la inclusión social”, que organizan el Foro Ciudades para la Vida, el Congreso de la República y la Universidad de Twente de los Países Bajos. Durante este evento, el congresista Manuel Dammert, presidente de la Comisión de Descentralización del Congreso, desarrollará una “conferencia magistral” sobre la urgencia de cambios legislativos para detener el cambio climático. Todos sabemos que Dammert es contrario a la inversión privada en recursos naturales.

El ecologismo radical tiene objetivos precisos con el llamado “ordenamiento territorial”, pero el principal es eliminar las inversiones en recursos naturales. Actualmente existen cerca de 20 millones de hectáreas nacionales excluidas de las inversiones en minería, petróleo, energía, carreteras, represas, vías férreas y otras actividades productivas. El sueño de los extremistas es que el Perú no crezca más del 2% del PBI para “no afectar los ecosistemas”, declarando al país libre de minería.

Igualmente, ha trascendido que Pulgar Vidal –acompañado del sector de Relaciones Exteriores- ha sostenido reuniones con la Unión Europea para coordinar la Cop Lima excluyendo al resto del Gabinete y a la propia Ana Jara, presidenta del Consejo de Ministros. Por si existen algunas dudas, a partir del 2015 los estudios de impacto ambiental para inversiones en recursos naturales, transportes, agricultura y los demás sectores tendrán que pasar por el Servicio Nacional de Certificación Ambiental, que depende del Minam. Es decir, la burocracia copada por el ecologismo radical decidirá si hay o no inversiones en el Perú. ¡Qué les parece!

Todas estas cosas solo pueden pasar porque la mal llamada pareja presidencial permite que el titular del Ambiente desarrolle “otra política económica”. Nadie entiende cómo pueden seguir pasando estas cosas en un  país que ha desacelerado su economía porque se paralizaron US$ 24,000 millones de inversiones en recursos naturales.