Las bancadas de la centro derecha –entre ellas Fuerza Po...
El martes, en la zona de Huincho – distrito de Colquemarca, en la provincia cusqueña de Chumbivilcas–, un grupo de ciudadanos tomó la carretera del Corredor Minero del Sur de manera violenta. La medida, según los dirigentes locales, se dio para “exigir” que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) proclame de una vez como presidente electo al todavía candidato Pedro Castillo. La toma de carreteras afectó directamente a los camiones de las empresas mineras que transportan el cobre hacia los puertos costeros.
Pero ese no ha sido un hecho aislado. Aquí les contamos las movidas del sector radical que intentan paralizar el corredor minero en apoyo a Pedro Castillo. Y aunque la toma de la carretera en la zona de Huincho duró solo 24 horas, los dirigentes locales han anunciado una nueva toma en los próximos días. Asimismo, en Espinar los dirigentes del Frente Ùnico de Defensa de los Intereses de Espinar (Fudie, una organización que concentra alrededor de cinco asociaciones más), a través de un comunicado han apoyado el paro nacional para que el JNE proclame a Castillo, y también han anunciado que tomarán las carreteras para evitar la continuación de las operaciones mineras en la zona.
La ola de protestas en Chumbivilcas y Espinar llegaría hasta Challhuahuacho, en Apurímac, donde se ubica Las Bambas, la mina de cobre más importante del Perú. Se conoce que dirigentes locales realizarán una convocatoria a un paro distrital, aún sin fecha, en “apoyo” del candidato Pedro Castillo. Igualmente, en Moquegua y Tacna, otros líderes antimineros han convocado a movilizaciones desde el próximo 10 de julio.
¿Por qué todas estas huelgas y movilizaciones organizadas por el sector radical, en apoyo de la candidatura de Castillo, en el Corredor Minero y en las regiones del sur? En El Montonero seguimos con atención lo que ocurre en esta zona estratégica del Perú, donde se produce el 60% del cobre que exportamos. En ese sentido, consideramos que se prepara una gran asonada contra la minería moderna con el pretexto de la coyuntura electoral. Ya hace semanas, aquí mismo informamos sobre las diversas asambleas que grupos antimineros y marxistas estaban realizando con el fin de organizar un gran paro en el sur.
Ese gran paro contra la minas y a favor de Castillo estaría jaqueando el Perú y formaría parte de la estrategia para la implementación de la política de Castillo de nacionalización y estatización de la minería. Una estrategia similar a la de Evo Morales en Bolivia, que convirtió a las masas en las grandes decisoras de la nacionalización de los hidrocarburos.
Estamos frente a una estrategia radical y marxista para acabar con las inversiones privadas en el sector minero. Inversiones que han logrado convertir al Perú en una estrella a nivel mundial y tienen demasiado que ver en el crecimiento y la reducción de la pobreza en el Perú de las últimas décadas.
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