La comisión de Constitución del Congreso de la R...
En un hecho inédito en el manejo de las entidades del Estado –sobre todo con respecto a instituciones económicas y empresas estatales–, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) conminó perentoriamente al despacho de Economía y Finanzas (MEF), a “brindar su respaldo absoluto a la gestión de Petroperú”. El emplazamiento parecía uno vinculado a la actividad sindical, de ninguna manera un acto vinculado a los procedimientos en los manejos de las empresas estatales.
Obviamente el MEF rechazó el emplazamiento y se negó a respaldar a la empresa estatal. En un oficio enviado al directorio de Petroperú se alega que no se cumplieron con los plazos y procedimientos establecidos en el estatuto de la petrolera estatal y que nunca se coordinó el punto de la agenda referido al respaldo absoluto.
Luego del pronunciamiento del MEF, como si se tratara de la negociación con un frente universitario, Guido Bellido exigió públicamente la destitución del titular del MEF porque “un funcionario de confianza no debe estar en contra de una empresa estatal”. Agregó que el titular del MEF debería ser destituido por “estar en contra del presidente y del Gobierno”.
Al cierre de esta edición se conoció la renuncia del gerente de Petroperú, Hugo Chávez Arévalo.
De esta manera el sector cerronista y los sectores comunistas más ortodoxos de la administración Castillo enfilan la artillería en contra de la figura de Carlos Graham en el MEF. Al respecto vale recordar que, algunos días atrás, Graham, a través de declaraciones a los medios, informó que el Ministerio de Trabajo y Empleo (MTPE) publicó un decreto mediante el cual se elimina la tercerización en la contratación laboral, sin una discusión previa en el Consejo de Ministros, tal como se establece en el sistema legal nacional.
al cierre de esta edición se conoció la renucia del gerente de Petroperú Hugo Chávez Arévalo.
Las declaraciones de Graham, obviamente, representaron una verdadera bomba nuclear para el proyecto de Perú Libre y de las corrientes comunistas ortodoxas que buscan colectivizar las relaciones laborales entre empresarios y trabajadores, con el objeto de desatar una ola de quiebras empresariales. Hoy a la respuesta a estas legítimas y justas diferencias planteadas por el MEF con respecto a la manera de promulgar un decreto del Ejecutivo se suma la amenaza de Perú Libre en contra de Graham.
¿Qué significa semejante escenario al interior del Gabinete? En primer lugar, confirma la manera cómo Carlos Graham llegó al Ministerio de Economía y Finanzas. La volatilidad del dólar (que llegó a los S/ 4) y la fuga de capitales –de más US$ 15,000 millones– se convirtieron en los peores enemigos de la administración Castillo, sobre todo por los efectos de estos fenómenos en los precios de la canasta básica popular. Los mercados se convirtieron en los peores enemigos del Ejecutivo.
En este contexto, para ganar cierta gobernabilidad, el Gobierno nombró a Graham en el MEF, un funcionario de larga trayectoria, claramente identificado con los principios fiscales del modelo económico consagrado en la Constitución. Graham al lado de Julio Velarde en el BCR se convirtieron en cartas de la tranquilidad económica frente a los delirios comunistas de la constituyente y de la nacionalización de los recursos naturales.
Sin embargo, Perú Libre y el Ejecutivo nunca abandonaron su proyecto de la constituyente. En ese camino, la utilización y destrucción del Estado organizado por la Constitución de 1993 es fundamental. Y Petroperú es una joya de la corona en ese propósito. De allí proviene el abierto enfrentamiento con la posición del MEF de negarse a respaldar absolutamente a Petroperú.
Si Carlos Graham es relevado del MEF, entonces, el Ejecutivo volverá a quedar desnudo y mostrará descarnadamente que el proyecto de la constituyente y el plan de colectivizar la economía forman parte de la identidad y la naturaleza del Gobierno de Pedro Castillo. Y otra vez el dólar volverá a jugar su temible papel.
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