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Retraso del Estado permite maniobras antimineras
Desde este portal hemos advertido en más de una ocasión que el radicalismo antiminero va a insistir en paralizar el proyecto minero más grande del país: Las Bambas. El movimiento radical utiliza todos los pretextos existentes con el fin de acabar con la minería moderna en el sur del país. El martes último se ha vuelto a reactivar el conflicto social en Las Bambas, colocando bajo una gran interrogante la continuidad de un proyecto que representa más de US$ 10,000 millones para el Perú.
La inasistencia de funcionarios del Ejecutivo a una reunión de la Mesa de Diálogo programada para el día 22 de marzo, habría sido la razón para que el Frente de Defensa de los Intereses de la Provincia de Cotabamba y algunos líderes antimineros convoquen a un paro indefinido, que ahora es acatado por una parte de la población y algunas comunidades que no están en el área de influencia directa del proyecto minero. Vale recordar que entre setiembre y diciembre pasado se conformó una Mesa de Diálogo entre funcionarios del Ejecutivo, dirigentes sociales y autoridades locales con el fin de construir una “hoja de ruta” para el desarrollo de la provincia de Cotabambas.
Sin embargo, el motivo de fondo para que los líderes antimineros alienten y organicen nuevas protestas no sería la inasistencia de los funcionarios del Ejecutivo a las reuniones de la Mesa de Diálogo, sino liquidar el proyecto Las Bambas bajo cualquier causa. ¿Por qué? Si bien las reuniones en la Mesa de Diálogo han tenido contramarchas, algunos puntos han empezado a cumplirse; por ejemplo la partida de S/. 600 millones para la región Apurímac y para la provincia de Cotabambas para ejecutar proyectos de desarrollo.
Otro punto que se ha cumplido y mantenido es la millonaria contribución social de la compañía MMG en la provincia de Cotabambas. En el 2003 la compañía dueña de Las Bambas y el Estado firmaron un acuerdo que establecía 17 condiciones sociales que han sido cumplidas hasta el momento. Además de la creación de un fondo social (fideicomiso) con más de US$ 75 millones que ha permitido resolver problemas de infraestructura en las provincias de Apurímac (Grau, Aymaraes y Andahuaylas) la compañía destinó más de US$ 250 millones para proyectos productivos y sociales en la provincia de Cotabambas.
Como señalamos arriba, cualquier razón será pretexto para que los antimineros paralicen Las Bambas. La estrategia del movimiento radical está bien elaborada. Ahora no solo hay una organización convocando a las protestas —el Frente de Defensa de los Intereses de Cotabambas—, pues se le ha sumado una nueva organización, denominada Asociación de Comunidades del Área de Influencia Directa e Indirecta Afectadas por la Minería, liderada por supuestos comuneros del área de influencia del proyecto minero y asesorada por militantes de la izquierda radical. Sin embargo, según señalan diversas fuentes consultadas, la mencionada asociación no representa a ninguna de las comunidades de la zona de influencia del proyecto minero. El líder de esta agrupación, Gerónimo Coropuna, estaría asesorado por Rodmy Cabrera y Willy Contreras, dirigentes del partido de izquierda radical Perú Libertario.
Debemos mantenernos atentos a los arrebatos del radicalismo antiminero en Las Bambas. No permitamos que un proyecto de tamaña trascendencia caiga por culpa de la izquierda y el radicalismo.
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