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El medio de comunicaciones Ojo Público (OP) suela desarrollar gruesas inexactitudes en contra de las inversiones mineras. Por ejemplo, publicó el cómic La guerra por el agua, un relato fantasioso destinado a desprestigiar al proyecto de cobre Tía María en Arequipa con una serie de leyendas y inexactitudes. Luego difundió un informe falso acerca de que los pobladores de la provincia de Espinar (Cusco) consumían agua contaminada, lo que luego fue desmentido por la Dirección Regional del Cusco.
En el cómic, presentado en la pasada Feria Internacional del Libro de Lima, OP hace apología a la violencia anunciando un “heroísmo” de los autodenominados “espartambos”, una suerte de luchadores sociales con el rostro cubierto y armados de hondas, huaracas, palos y escudos de madera, pintados de rojo y blanco. Con esta publicación OP pretende hacerle creer a los jóvenes limeños que en la provincia de Islay (Arequipa) existe una guerra cruenta. Por un lado, los “espartambos” defendiendo con su propia vida el agua de los pobladores y agricultores pobres y, por el otro lado, la indolente concesionaria del proyecto Tía María que les arrebata el derecho al líquido vital.
OP no es riguroso con la información que ofrece. Entre marzo y abril de 2015, mucho después de que el proyecto Tía María presentara para su aprobación el Estudio de Impacto Ambiental (EIA)—en audiencia pública a los pobladores y autoridades locales y nacionales—, piquetes organizados por la izquierda antiminera y las ONG del ambientalismo ideológico desataron manifestaciones violentas en contra del proyecto de cobre. Los manifestantes bloquearon los ingresos a Matarani y Mollendo, y a las vías públicas de los poblados. Para impedir el tránsito de los vehículos, utilizaron objetos punzo cortantes, denominados “miguelitos”. Asimismo, ocasionaron destrozos a la propiedad pública y privada, siendo el saldo de toda la trifulca tres personas muertas y más de 200 heridos, entre ellos policías que intentaron restablecer el orden.
El cómic, Una historia de poder, dinero y muerte al sur del Perú, no señala claramente el origen de la supuesta acción épica de los “espartambos”. La guerra por el agua pretende simplemente encumbrar a los “espartambos” como los auténticos defensores del agua del valle de Tambo. Vale decir que, de antemano, en Islay, los enlaces de las ONG y los activistas marxistas se encargaron de hacerle creer a la población que el proyecto Tía María consumiría el agua de los pobladores, de las actividades agropecuarias y domésticas. Les dijeron que el agua será contaminada y que los polvos provenientes de la mina destrozarán sus cultivos. Relatos falsos que OP, con su publicación, hace suyos.
OP intenta ganar lectores en función al tremendismo y al amarillismo periodístico. Con esto, los jóvenes lectores del cómic son presa fácil de las mentiras de la izquierda organizada, en su afán por detener la producción de cobre en el Perú.
En estos días, OP debería señalar que grupos de motociclistas, como si fueran los comisarios de las calles de Venezuela, están amenazando a los pobladores y los conminan a unirse a sus protestas. También deberían contar que la estrategia del terror, de los perros muertos que cuelgan en las puertas de los dirigentes que se oponen a ellos, es la misma estrategia que usó Sendero Luminoso en el pasado. OP debería ponerse del lado de los pobladores que son constantemente amenazados por personas extrañas que han llegado a Islay con el fin de unirse a una guerra del fin del mundo.
OP debería saber que el proyecto Tía María no usará ni una sola gota de agua del río Tambo. La minera invertirá US$ 90 millones en la construcción de una planta desalinizadora de agua de mar.
Asimismo, deberían informar que diversas personalidades, como el científico peruano Manuel Aguilar, han señalado que la minería y la agricultura pueden convivir en armonía. Aguilar afirma que puede probar científicamente que ni una partícula de polvo proveniente de las partes altas (donde estará la mina) alcanzará las partes bajas (donde se realiza actividades agropecuarias) ¡por diferencia de presiones barométricas! Y, sobre todo, OP debe saber que el proceso de lixiviación (que usará Tía María) es considerado mundialmente como el proceso de producción de cobre más amigable con el medio ambiente.
¿Por qué OP se pone la camiseta de los sectores antimineros en lugar del bienestar de los poblados más alejados del país?
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