La comisión de Constitución del Congreso de la R...
El presidente Castillo, en entrevista con CNN, acaba de señalar que apoya la propuesta de salida al mar de Bolivia, mientras se negaba a condenar las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Si no se conocieran los vínculos del jefe de Estado con Evo Morales, posiblemente su pronunciamiento a favor de Bolivia formaría parte de las iniciativas diplomáticas frustradas del país. Finalmente, Alberto Fujimori en 1992 y Alan García en el 2008 ofrecieron opciones de salida a la mediterraneidad de Bolivia.
Sin embargo, en la misma entrevista con CNN, el presidente Castillo ratificó el apoyo a la convocatoria de una asamblea constituyente para instalar una “república plurinacional” con equidad de género. En ese contexto, el respaldo a la salida del mar de Bolivia por territorio nacional se convierte, sin lugar a dudas, en una grave amenaza para la seguridad nacional e integridad territorial, principios patrióticos que el jefe de Estado está obligado a preservar por mandato constitucional.
El proyecto de república plurinacional bajo el concepto de “los pueblos originarios” pretende negar tres siglos de virreinato y dos siglos de república, procesos en los cuales el mestizaje y la integración nacional avanzaron y se consolidaron. Igualmente, en ese largo y complicado proceso se configuraron las fronteras del actual Estado nacional del Perú.
La república plurinacional, entonces, intenta borrar las fronteras nacionales de los actuales estados y crear repúblicas sobre las entelequias de los pueblos originarios, sobre todo las naciones quechuas y aymaras. En este artículo no nos explayaremos sobre cómo ambas lenguas nacionales, incluido sus respectivas gramáticas, son productos directos del mestizaje español.
Nos interesa señalar que, para avanzar en ese objetivo de la república plurinacional, el presidente Castillo y los sectores comunistas buscan instalar una constituyente. Y el resultado concreto de esa iniciativa sería la fractura de la unidad nacional para favorecer el expansionismo de Bolivia.
¿Por qué semejante tesis? Diversos estudios señalan que existen alrededor de dos millones de personas que hablan el aymara, diseminados entre Perú, Bolivia y Chile. El área principal de los aymarahablantes es el occidente de Bolivia, con algo más de 1.7 millones. Luego está el Perú, con alrededor de medio millón aymarahablantes y Chile con algo más de 20,000. No se necesita ser demasiado zahorí para entender que el eje de una república aymara obligatoriamente tendría que estar en el altiplano boliviano.
Ahora bien, la entelequia de la república aymara necesariamente tendría que definir sus fronteras con el océano Pacífico. Las posiciones más radicales no dudan de que las fronteras del proyecto boliviano deben llegar hasta las aguas del Pacífico.
Como se aprecia con absoluta claridad, el proyecto de la asamblea constituyente para instalar una república plurinacional con equidad de género, no solo pretende instalar un modelo de economía anticapitalista y centralizar el poder en una minoría, sino que también busca acabar con la unidad territorial del Perú. Es la única manera de prosperar.
Lo más grave de todo es que el presidente Castillo, en la entrevista con CNN, ha verbalizado todas estas amenazas a la seguridad nacional: ha confirmado que sigue apostando por la constituyente, ha ratificado su apoyo a la estrategia boliviana de salida al mar y se ha negado a condenar a las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
El Perú debe permanecer en alerta general ante los intentos de fracturar la unidad territorial.
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