Editorial Política

La resistencia a la constituyente debe proseguir y organizarse

Ejecutivo no puede implementar su programa, y oposición no tiene alternativas

La resistencia a la constituyente debe proseguir y organizarse
  • 11 de marzo del 2022


El desconcierto y la desmoralización puede apoderarse de la oposición democrática que ha surgido en la sociedad frente a la propuesta de la asamblea constituyente.

Una de las razones del desánimo opositor es que en el Congreso no hay la mayoría requerida para vacar al presidente de la República por los errores acumulados, el desgobierno nacional y la destrucción del Estado. Otro factor podría ser la evidente declinación de la movilización ciudadana en las calles, no obstante que la centro derecha sigue convocando las mayores concentraciones. Caso único en América Latina, sobre todo si comparamos con los recientes y fallidos esfuerzos de comunistas y progresistas para movilizar a la ciudadanía.

La oposición debería entender que la resistencia en contra de un proyecto autoritario y colectivista nunca será lineal. No se trata de un curso ascendente ni progresivo, sino de una serie de marchas y contramarchas, de avances en líneas y zigzags, e incluso de necesarios retrocesos. Los leninistas lo saben muy bien. De allí el famoso paso atrás para luego avanzar dos.

En el Perú la movilización de la sociedad en contra de la constituyente ha declinado precisamente porque, al menos en el corto plazo, el proyecto de la constituyente se ha demostrado inviable, imposible de concretarse frente a la resistencia nacional. La movilización ciudadana y la formación de una mayoría en el Congreso han creado los candados legales y políticos contra la iniciativa autoritaria y anticonstitucional. 

De otro lado, la presencia de Julio Velarde en el BCR, la continuidad de las autoridades de la Superintendencia de Banca y la designación de Carlos Graham en el Ministerio de Economía y Finanzas han remitido la idea de un cambio abrupto del modelo económico, más allá del desplome de la inversión privada y la estatización de las relaciones laborales que desarrolla el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE).

La sensación de agonía y de urgencia que se apoderaba de las clases medias y de la mayoría del país, luego de las elecciones, ha cambiado porque el Ejecutivo ha dado un paso atrás en la constituyente y en los cambios dramáticos del modelo económico. Ya nadie habla de nacionalizaciones. La oposición entonces debería mirar el vaso medio lleno antes de dar paso a la desmoralización. 

Asimismo, es necesario entender que la actual tragedia nacional es resultado de una narrativa y un sistema institucional. Esos relatos y esas fallas institucionales deben ser asumidos por la oposición en el Congreso y también fuera del Congreso. Si no se comprenden esas verdades, entonces, la vacancia de Castillo solo escribirá un nuevo capítulo de la amenaza comunista sobre las libertades políticas y económicas en el país.

Por todas estas consideraciones la oposición no puede empezar y terminar solo en la vacancia, más allá de lo trascendente del tema. En ese sentido, en el Congreso debe existir una mesa opositora, desde la derecha hasta el centro, que –por ejemplo– se proponga una agenda de reformas institucionales que apunten a transformar el Estado en función de expandir las libertades políticas y económicas.

Asimismo, la oposición debería entender que hemos llegado a esta situación porque se han abandonado todos los principios de la política plebeya que, en el siglo pasado, permitieron contener a la amenaza comunista en el país. La política no puede seguir reducida a un candidato, a los amigos del candidato y a una estrategia de financiamiento. La política debe convertirse en una estrategia de organización de abajo hacia arriba.

Por otro lado, para detener al colectivismo la política debe volverse social. Para evitar los controles de precios, los mercados populares deben organizarse regional y nacionalmente. Las empresas deben promover la alianza entre propietarios y trabajadores para defender la inversión y el empleo frente a los intentos colectivistas del Ejecutivo. En las regiones deberían surgir frentes de desarrollo de todos los sectores sociales para promover las inversiones, el empleo y la reducción de la pobreza.

Si la oposición avanza en ese sentido, el Perú será la tumba del chavismo, como lo fue tres décadas atrás del maoísmo terrorista.

  • 11 de marzo del 2022

NOTICIAS RELACIONADAS >

Se restablece el financiamiento privado a los partidos

Editorial Política

Se restablece el financiamiento privado a los partidos

  La comisión de Constitución del Congreso de la R...

21 de noviembre
Luego de APEC, retomar el impulso constructivo para el Perú

Editorial Política

Luego de APEC, retomar el impulso constructivo para el Perú

  El Foro Mundial APEC realizado en Lima ha dejado enormes conse...

18 de noviembre
Nuevo Puerto Espacial: ¡El Perú puede volver a brillar en el mundo!

Editorial Política

Nuevo Puerto Espacial: ¡El Perú puede volver a brillar en el mundo!

  La Comisión Nacional de Investigación y Desarrol...

15 de noviembre

COMENTARIOS