Las bancadas de la centro derecha –entre ellas Fuerza Po...
No obstante de haber perdido en primera instancia en los tribunales norteamericanos, la “heroína y defensora ambiental”–fabricada por el movimiento antiminero de todo el planeta– Máxima Acuña y sus abogados continúan su “odisea” judicial en los Estados Unidos.
Días atrás, exactamente el 9 de julio pasado, la señora Máxima Acuña y su staff de abogados –liderados por la poderosa organización no gubernamental “ambientalista” EarthRights– presentaron ante la Corte Suprema de los Estados Unidos una “petición de certiorari” en su caso contra la empresa minera Newmont Mining Corporation, por una supuesta campaña de “acoso e intimidación que sufrieron porque se negaron a abandonar sus cultivos para dar paso a una enorme mina de oro”, el proyecto Conga, según consta en el documento elaborado por la defensa.
¿Qué es una “petición de certiorari” y por qué la han presentado? Una petición de certiorari se presenta ante la Corte Suprema norteamericana con el propósito de que la instancia pueda “generar su propia competencia discrecional, a fin de que ella misma decida qué casos va a conocer”. Pero, como nos preguntamos, ¿por qué el staff de abogados de Chaupe presenta el recurso referido?
En diciembre del 2020 un tribunal del distrito de Delaware (Estados Unidos), rechazó en primera instancia una demanda competencial presentada por los abogados de Acuña. ¿Qué sentenció? Que el caso Acuña de Chaupe no podía investigarse ni resolverse en los fueros estadounidenses, sino en el Perú. No conforme con ello, la ONG que auspicia a Chaupe y a su familia en este litigio contra la empresa Newmont (concesionaria del proyecto Yanacocha), volvió a presentar el caso en la Corte Federal de Apelaciones. Y como ahora sabemos, también ha sido rechazado.
Así, al verse perdidos tanto en el tribunal de Delaware como en la Corte Federal de Apelaciones, Chaupe y la poderosa ONG han recurrido a la Corte Suprema norteamericana con este “petitorio de certiorari”. En todo caso queda esperar la resolución del pedido de Chaupe y su defensa. Sin embargo, Acuña de Chaupe no ha presentado ningún documento que permita siquiera comprobar esa supuesta campaña permanente de Newmont contra ella y su familia.
Como aquí lo hemos reportado varias veces, Máxima Acuña no es propietaria de un terreno denominado “Tragadero Grande”, zona que la empresa minera Newmont compró a la comunidad de Sorochuco. La señora Acuña ha invadido aquellos terrenos arguyendo que es una víctima del abuso de dicha empresa. Todo ello es una de las grandes fábulas inventadas sobre todo por la ONG Grufides. No debemos olvidar que la todavía Presidenta del Congreso, Mirtha Vásquez, fue parte del staff de abogados que “defendió” a la ganadora de Goldman, “por su lucha” contra el abuso.
Al respecto vale señalar que, en un reciente reportaje de la British Broadcasting Corporation (BBC), Acuña no es reconocida como dirigente, activista ni tampoco como aspirante a liderazgos. Asimismo, la cadena internacional sostiene que su fama internacional es producto del estribillo “agua sí, oro no” contra el proyecto Conga.
La guerra del radicalismo contra las inversiones mineras, entonces, es global y construye narrativas que pretenden ser judicializadas en las mejores cortes del mundo.
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