Las bancadas de la centro derecha –entre ellas Fuerza Po...
Los sectores que más tienen que perder en un eventual gobierno comunista de Pedro Castillo evidentemente son las clases medias y los pobres. Los primeros porque son propietarios de casas, autos, pequeños negocios y empresas, y han acumulado grados académicos para el futuro. Los segundos porque cualquier posibilidad de salir de la pobreza acaba con la liquidación del sector privado, la fuente de la riqueza. Los ricos, generalmente, luego de las expropiaciones y nacionalizaciones, suelen reubicarse en países que dan más facilidades a la inversión privada, y comienzan nuevos proyectos.
De allí quizá la explicación de la impresionante movilización que hoy se percibe en las clases medias peruanas (alrededor del 50% de la población) a través de diversas y complejas actividades. Las clases medias no solo están vendiendo sus propiedades, sino que han comenzado un activismo vertiginoso en las redes sociales, a través de campañas familiares, de barrios y círculos cercanos, en las que se alerta de los peligros de un posible gobierno comunista de Pedro Castillo. Es una oleada anticomunista espontánea y que proviene de todas las direcciones de las clases medias.
La cantidad de videos, tiktoks y memes alusivos a los vínculos de Castillo con el Movadef, acerca del programa estatista y colectivista de Perú Libre y de los nexos de Castillo y Vladimir Cerrón con el eje bolivariano, provienen de estas clases medias asustadas, en pánico y con ciertos niveles de histeria. En medio de las particularidades de la campaña electoral, con una escasa representatividad de los candidatos en pugna en la segunda vuelta, es incuestionable que esta movilización clasemediera será determinante para inclinar la balanza nacional a favor de Keiko Fujimori, la candidata encargada de defender el sistema republicano, las libertades económicas y la economía de mercado.
Ni en Cuba, ni en Venezuela, ni en Bolivia, y casi en ninguna otra revolución, hubo una movilización parecida antes del asalto al poder comunista. De allí que los estrategas cubanos, venezolanos, argentinos y bolivianos detrás de la campaña de Pedro Castillo seguramente apuntarán con todas sus energías a desmovilizar la ola espontánea de las clases medias con el argumento de que “el anticomunismo, el terruqueo” le resta votos a Keiko y aumenta las posibilidades de Castillo. La encuesta de IEP solo tiene esa lectura: Castillo aumenta la brecha sin crecer un solo punto en comparación con tres encuestas anteriores y posteriores. Movimiento burdo.
Vale precisar que la movilización de las clases medias permitirá que la defensa de la República solo se extienda y permee a los sectores A, B y C. De ninguna manera a los sectores D y E, los excluidos por el Estado fallido de la administración Vizcarra y los sectores más relegados del crecimiento y la formalidad. Para estos sectores Keiko Fujimori y los demás actores políticos, técnicos y empresariales, deben formular propuestas de alianzas público-privadas para enfrentar el hambre de 10 millones de peruanos, la falta de agua y alcantarillado de más de 7 millones de ciudadanos, el rescate de millones de pymes urbanas y rurales aniquiladas por los gobiernos progresistas y un plan masivo de adquisición de vacunas para garantizar la inmunización de la sociedad en el 2021.
En otras palabras, los sectores excluidos necesitan saber cómo el actual modelo económico y social, con una reforma radical del Estado fallido del progresismo, puede organizar miles de comedores populares para detener el hambre en el Perú dentro del marco de la Constitución. Y se necesita explicar a estos mismos sectores cómo la constituyente de Castillo y Cerrón convertirá en perpetuo el hambre que ha dejado el Estado fallido de Vizcarra.
La radiografía de las clases medias es fundamental para enfrentar la amenaza comunista. Finalmente, nunca se debe olvidar que la expansión de las clases medias en Occidente fue fundamental para contradecir la profecía marxista acerca del desarrollo del capitalismo, que acrecentaba la riqueza de los ricos y la pobreza de los pobres. Igualmente, nunca se debe olvidar que las revoluciones, ya sea la francesa o la estadounidense, fueron lideradas por las clases medias, los pequeños propietarios, en defensa de sus propiedades frente a la expropiación de los impuestos.
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