Editorial Política

¡Formalizar el Perú para enfrentar la pandemia!

No hay estrategia sanitaria sin crecimiento económico

¡Formalizar el Perú para enfrentar la pandemia!
  • 16 de abril del 2020

Todos sabemos que las medidas de emergencia y la cuarentena social frente al Covid-19 desatarán una de las recesiones más devastadoras de nuestra reciente historia. Los economistas señalan que la caída será entre -3% y -5% del PBI y que la pobreza aumentará entre 4 y 5 puntos porcentuales. En este contexto, el Estado ha planteado el Plan Reactiva Perú, que busca inyectar S/ 30,000 millones a la economía (alrededor del 4% del PBI) y establece una serie de facilidades tributarias, laborales y facilidades de pago de todo tipo para enfrentar la recesión.

Recesión, aumento descontrolado de la pobreza y continuidad de la pandemia es el cóctel perfecto para amenazar el proceso de construcción de nuestra peruanidad. Ninguna estrategia sanitaria, ninguna política a favor de los ancianos o los desvalidos, tiene validez en ese contexto. De allí la enorme trascendencia de establecer una estrategia integral de reactivación y relanzamiento de la economía. 

Sin embargo, en medio de la emergencia nacional, saltó una debilidad estructural del Estado, la economía y la sociedad, para enfrentar la pandemia e imaginar estrategias económicas: la extendida informalidad. Si el 72% de la población económicamente activa (PEA) es informal y el 84% de las pymes (que emplean al 85% de la PEA) está en la misma situación, ¿cómo se puede desarrollar una estrategia sanitaria y económica?

Hoy existe una inmejorable situación para que el Ejecutivo, el Congreso y las élites formalicen al país. Por ejemplo, para nadie es un secreto que el bono de S/ 380 no ha llegado a grandes bolsones de pobreza por falta de identificación, domicilios y registros en general. Igualmente, las pymes informales perciben hoy la adversidad de su situación, cuando se vuelve imposible acceder a los créditos que el Estado pretende garantizar a través del sistema bancario. Y, en general, los vecindarios y barrios en pobreza, sin nexos con la formalidad, ni siquiera pueden imaginar estrategias de emergencia para instalar redes de agua y demás servicios.

La informalidad ahora se ha convertido en el peor enemigo de la lucha contra la pandemia y la reactivación económica. Pero nunca existirá formalización si el Estado y la ley no se transforman radicalmente: desde la eliminación de las sobrerregulaciones que han convertido al Estado en uno de los más burocráticos de la región y lo alejan de las posibilidades de digitalizar los procedimientos hasta las urgentes reformas tributaria y laboral.

Un Estado digital es uno que cultiva el distanciamiento social. Pero un Estado digital también cuenta con procedimientos simples y sencillos. Un sistema tributario reformado es también uno simplificado –sin los diversos sistemas existentes actualmente–, accesible a los millones de pymes y posible de pagar. Y si todos pueden pagar, la base tributaria se amplificaría y los ingresos del Estado subirían a niveles inimaginables. Asimismo, un sistema laboral flexible para contratar de acuerdo a las necesidades de la producción –a semejanza de la Ley de Promoción Agraria– fomentaría la formalización del empleo, tal como sucede en el agro y pasa en la mayoría de las economías desarrolladas.

Si el Estado se propone formalizar la economía, entonces, todas las estrategias sanitarias para enfrentar la actual pandemia (y las del futuro) serán posibles, y el relanzamiento de la economía será una realidad. Sin embargo, para que el Estado logre formalizar a la sociedad, debe aprender a gastar de mejor manera el casi 30% del PBI que consume anualmente (alrededor de US$ 65,000 millones). ¿Cómo? Reduciendo y racionalizando gastos para no seguir sobrerregulando y cargando al sector privado formal, que aporta el 80% de los ingresos fiscales. Un camino, por ejemplo, es reducir ministerios innecesarios (Cultura, de la Mujer, Midis, Ambiente, entre otros) y reasignar a los gastos a salud y educación. Igualmente, reducir el gasto corriente y las consultorías ideológicas.

En la formalización de la sociedad y la economía el Perú, entonces, se juega su viabilidad como sociedad.

  • 16 de abril del 2020

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