La comisión de Constitución del Congreso de la R...
Tramitología retrasa en exceso obras de prevención de El Niño.
A tres meses del inicio de la temporada de lluvias, que esta vez se anuncia destructiva por la presencia del fenómeno El Niño, el gobierno ha reconocido que las obras de prevención están avanzadas en solo un 20%, en las 11 regiones donde están siendo ejecutadas, lo cual agrava la amenaza de la naturaleza contra la población y la economía nacional.
Según el viceministro de Desarrollo e Infraestructura, Jorge Montenegro, Montenegro, el retraso se debe a las demoras propias de los procesos de contrataciones del estado, es decir a la enmarañada tramitología que frena todo tipo de inversión, pública y privada, y que ha contribuido a la desaceleración actual del crecimiento económico del país. ¿Acaso el gobierno no sabía que debía enfrentar este obstáculo?
El retraso es doblemente clamoroso porque el gobierno cuenta con los recursos económicos necesarios para financiar las obras, mediante una partida presupuestal de 3,000 millones de soles, aprobada el año pasado.
Semejante panorama preocupante se conoce en circunstancias en que diversos organismos advierten que El Niño alcanzará el grado fuerte en el período julio-septiembre y que es muy probable que se prolongue con la misma intensidad -o mayor- durante el verano próximo.
Así lo señalan los últimos boletines del Climate Prediction Center de los Estados Unidos (CPC), el International Research Institute (IRI, también de EEUU), la Japan Meteorological Agency (JMA, Japón), y también el Boletín 10 del comité multisectorial encargado del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (EFEN).
Nuestras autoridades parecen NO ser conscientes de la dimensión de la amenaza que enfrenta el país. Los dos últimos Niños de grado fuerte se produjeron en los períodos 1982-1983 y 1997-1998, con consecuencias nefastas, aunque mucho mayor en la primera por falta de prevención.
El Niño 1982-83 destruyó prácticamente toda la infraestructura vial y agrícola de la costa y parte de la sierra, e inundó pueblos enteros causando ingentes pérdidas. El resultado fue un desastre económico: el Producto Bruto Interno (PBI) cayó un 10%.
El de 1997-98 causó menos destrucción gracias a que hubo prevención -las obras estuvieron terminadas en agosto del 97-, pero aún así el PBI del 98 cayó un 0.4% debido a que el fenómeno coincidió con la Crisis Asiática, el Efecto Tequila (crisis en México) y la crisis de Brasil.
Según Gianfranco Castagnola, de Apoyo Consultoría, si el gobierno no logra concluir los trabajos de prevención a tiempo, la economía crecería solamente 2%, en vez del 3.5% o 4% proyectados. Es decir que El Niño le costaría al país entre 1.5 y 2 puntos porcentuales del PBI.
Uno de los sectores más afectados por El Niño sin prevención sería el agro, pues las lluvias destruirían las bocatomas de los sistemas de riego y las altas temperaturas impedirían que florezcan las plantas, sobre todo del mango o la palta, que exportamos hoy en grandes cantidades.
El otro sector más afectado sería la pesca, pues no habría segunda temporada de pesca (noviembre-diciembre) lo cual afectaría sobre todo a las pesqueras industriales, que arrastran dos años de pérdidas ocasionadas por las malas políticas del actual gobierno.
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