Espinar: el movimiento antiminero no descansa

Libro culpa de contaminación a la inversión minera

Con el objetivo de liquidar a la minería moderna y producir una ralentización de la economía que nos lleve hacia el abismo chavista, el movimiento antiminero continúa con sus mentiras. En Cusco una bien montada red de organizaciones (todas ellas de clara orientación izquierdista) ha presentado el libro llamado Metales pesados tóxicos y salud humana: el caso de Espinar. En este libro se afirma que la minería sería una de las principales causas de contaminación de las comunidades de Espinar. Así Antapaccay y otras empresas mineras serían las culpables de la contaminación.

El tema sobre la contaminación por metales en Espinar resulta recurrente, y no es la primera vez que resulta motivo de estudios o informes. Sin embargo, lo que debería ser una contribución reflexiva, honesta y científica se convierte en una oportunidad para tratar de satanizar a las inversiones mineras, sobre todo en el denominado Corredor Minero del Sur Andino. El verdadero objetivo de Cooperacción, Red Muqui, Derechos Humanos Sin Fronteras y otras organizaciones similares es liquidar las inversiones mineras. De allí que ahora, pretendan utilizar este nuevo documento como un caballo de batalla en su lucha contra la minería moderna.

Por ejemplo entre los años 2013 y 2015 se hicieron sendas denuncias e “investigaciones” sobre una supuesta contaminación del proyecto minero Antapaccay en Espinar. No obstante, instituciones del Estado, como la Autoridad Nacional del Agua (ANA), desestimaron dichas acusaciones. Incluso en diciembre del 2015, la OEFA (Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental) entregó los resultados del monitoreo a los ríos cercanos al proyecto, en el que no se encontró contaminación producida por la empresa minera, sino por aguas servidas y porque la zona concentra gran cantidad de minerales de origen geológico.

http://www.diariodelcusco.com/2015/03/23/estudios-senalan-que-pobladores-de-espinar-no-registran-contaminacion/

Hasta ahora NO EXISTE ningún estudio que demuestre que el proyecto minero Antapaccay esté contaminando las fuentes de agua. Es imposible que alguna empresa minera contamine el agua, porque operan con modernas tecnologías proambiente y todos sus procesos son supervisados, controlados y monitoreados por la OEFA, la ANA y otros organismos estatales. Además, para poder financiar sus proyectos, la banca global exige a las compañías que cumplan los estándares ambientales internacionales, de lo contrario no hay crédito. 

Desde este portal hemos insistido en reiteradas ocasiones en que el radicalismo antiminero tiene una estrategia para desencadenar la violencia en el Corredor Minero del Sur (grupo de proyectos mineros entre las regiones andinas de Cusco, Apurímac y Arequipa). El objetivo de este radicalismo es impedir la continuación y la ejecución de importantes proyectos: Las Bambas, Antapaccay, Constancia y Tía María, todos emblemáticos y de suma importancia para el crecimiento económico del país.

No es la primera vez que los antimineros le ponen el ojo a Antapaccay, apelando a algún pretexto. A fines del 2016 el Frente de Defensa de la Provincia de Espinar anunció una huelga indefinida en contra de Antapaccay, por “incumplimientos de los acuerdos de la Mesa de Diálogo”. Pero los documentos presentados por los dirigentes antimineros no señalan cuáles son los acuerdos incumplidos por la empresa minera. Esta nueva publicación de organizaciones que se dedican a la investigación es una nueva arremetida en contra de las inversiones mineras.