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Los sectores anticapitalistas en el Perú, definitivamente, están en una ofensiva general en contra de las inversiones, el desarrollo y el proceso de reducción de pobreza. Atacan a todos los sectores en donde existe alta intensidad de capital. No vaya a creerse que solo la minería moderna se ha convertido en un campo de batalla por el fracaso del Estado y el intento de manipular el justificado descontento de la gente. Lo mismo se pretende hacer con el sector agroexportador. Y el blanco elegido es, como se dice, la joya de la corona: el milagro agroexportador de Ica, que ha convertido a esta región en la menos pobre del Perú.
Las ONG Swedwacht, Diakonia y el Comité de Derechos Humanos de Ica (CODEH-ICA) han empezado una feroz campaña a nivel internacional con el objeto de que los supermercados europeos que se abastecen de la agroexportación iqueña dejen de comprar al Perú. ¡Increíble, una barbaridad! El argumento: las empresas agroexportadoras le quitan agua a los pobres.
Los enemigos de los pobres y del Perú, al igual que en la minería, pretenden señalar que cualquier problema en la provisión de agua es responsabilidad de las empresas privadas. Según datos de la EPS DE Ica (Emapica), el 93% de la población de Ica tiene conexión de agua potable. Para abastecer al 7% restante se necesita algo más de 1.1 millones de metros cúbicos anuales. Bueno, el año pasado en diez días en el río Ica se desperdiciaron más de 40 millones de metros cúbicos en el mar por falta de infraestructura hídrica. ¿Acaso las empresas agroexportadoras son responsables del fracaso del Estado?
De otro lado, en cuanto al estrés hídrico, resulta inevitable en una región con alta intensidad de capital. Pero es necesario recordar que los gobiernos regionales de Ica y Huancavelica están desarrollando inversiones por más US$ 400 millones para solucionar el problema.
¿Exageración proempresarial de este portal? Las ONG Swedwatch, Diakonia y Code-Ica han presentado el informe To the last drop. Water and human rights impacts of the agro export industry in Ica, Peru: the responsibility of buyers. En el resumen ejecutivo de este documento se dice lo siguiente: “La investigación de Swedwatch en Perú revela que la escasez de agua tiene diferentes implicancias en las comunidades del valle de Ica. La falta de agua y la poca calidad de la misma causan problemas de salud tales como enfermedades de diarreas y anemia. Las disputas por el agua han generado conflictos violentos y los defensores de los Derechos Humanos han enfrentado amenazas y otras formas de amedrentamientos. Los pequeños agricultores son obligados a dejar sus tierras por las sequías y falta de irrigaciones…”.
Amigos lectores, no están hablando de una región devastada por una guerra, están hablando de la región menos pobre del Perú, del milagro social del país. ¡Qué frivolidad!, ¡Qué falta de Perú!
Por si hay dudas, en otro pasaje del resumen ejecutivo del mencionado documento también se dice esta barbaridad: “En Ica el impacto negativo de las compañías agroexportadoras está relacionado con todo el sector. Las compañías que son compradoras de frutas y vegetales del valle de Ica (se refiere a las empresas europeas) deberían entonces usar sus influencias para abordar estos problemas en colaboración con sus socios y otros actores, para buscar que se apliquen estándares internacionales en las conductas y responsabilidades empresariales en la cadena de abastecimiento”.
Con el mencionado informe, entonces, Ica ya no es la región menos pobre del Perú con un rango de pobreza entre 2.1% y 4.8% ,según los datos que registra el Instituto Nacional de Estadística. Vale anotar para comprender el milagro económico iqueño que el 2007 la pobreza estaba entre 23.5% y 27.2% . Asimismo, en el periodo 2015-2018 la anemia se redujo de 40.5% a 15.7% según los reportes del sector salud. Uno de los índices más bajos del país.
¿De dónde, pues, salen los datos y las conclusiones de estas ONG anticapitalistas? Asimismo, por qué se ignora que Ica tiene una de las tasas más altas de formalización laboral gracias a la aplicación de la Ley N° 27360 (Ley de Promoción Agraria). Una norma que ha posibilitado que los salarios sumen el doble o el triple de la remuneración mínima vital nacional.
La cosa es clara: los anticapitalistas quieren el fracaso de las inversiones y el desarrollo porque, en realidad, son fabricantes de pobreza. La única manera de tener vigencia política. Devastador.
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