Las bancadas de la centro derecha –entre ellas Fuerza Po...
Demandas de la población exceden respuesta estatal
En los últimos días la ministra de Salud, Patricia García, ha sostenido un cruce verbal con quienes —como las autoridades regionales y locales de Piura— aseveran que la epidemia del dengue continúa con intensidad. La titular de Salud, incluso, llegó a sostener que se trataba de “un sicosocial”. El gran problema es que la mayoría de medios de Lima no se muestran interesados en desarrollar reportajes e investigaciones sobre el tema. En este contexto, para la ministra García todo avanza bien; mientras las autoridades y población de Piura claman por ayuda.
La tragedia sanitaria que enfrenta Piura es más que preocupante. Con más de 12,000 casos registrados y 18 muertos, es innegable que la región norteña enfrenta una epidemia de dengue. El flagelo puede estar en cualquier de sus fases; pero es una epidemia, un suplicio para los piuranos. Y la epidemia no se enfrenta adecuadamente por la escasez de medicinas e insumos y la mala organización de la Dirección Regional de Salud de Piura.
La propia ciudad de Piura y las provincias periféricas están llenas de zancudos. Los residuos de agua de las inundaciones y el olor nauseabundo del sistema de alcantarillado (que ha colapsado) han obligado a la población de la ciudad a usar mascarillas y repelente para los mosquitos
Según las autoridades regionales y locales de Piura, el número real de casos podría ser tres o cuatro veces mayor que los 12,000 reportados por la Dirección Regional de Salud. De otro lado, además del dengue y la chikungunya se han contabilizados más 20,000 casos de enfermedades diarreicas agudas. Para ser justos, es evidente que esta proliferación de enfermedades ha hecho estallar el sistema de salud de la región. Por todas estas consideraciones, el Minsa ha prolongado la emergencia sanitaria en las ciudades del norte por noventa días más.
Por su lado el Minsa está desarrollando una intensa campaña de fumigación. Se han enviado termonebulizadores para fumigar las viviendas en las zonas de Catacaos, Castilla y Cura Mori. El plan del sector Salud es fumigar 30,000 casas en 18 días. Cada vivienda debe ser fumigada tres veces en un día. Ante semejante tarea y frente a la falta de personal del Minsa se está entrenando a más de 500 soldados para que ayuden con la necesaria fumigación.
En medio de la continuidad de la epidemia del dengue, los problemas de abastecimiento para los albergues en los que se ha ubicado a los damnificados siguen agravándose. El abastecimiento de agua es un problema crítico —incluso para los grifos conectados a la red— para los refugios. Por ejemplo, en el albergue Santa Rosa existe una pésima organización para la recolección y distribución del agua. Solo pasa una cisterna diariamente, pero eso no puede sostener a la población; y más con el terrible calor que azota estas zonas. Cabe destacar que solamente en el albergue Santa Rosa, en Cura Mori, hay cerca de 4,000 familias damnificadas.
En Piura comienza a organizarse una tragedia sanitaria en medio de la frivolidad de los medios tradicionales y el intento oficialista de dorar la píldora. El suplicio de la gente damnificada demanda urgente atención.
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