Las bancadas de la centro derecha –entre ellas Fuerza Po...
Según un informe del Instituto Peruano de Economía (IPE), publicado en el diario El Comercio, la clase media peruana en el 2020 experimentó un retroceso de 13 años al reducirse de 36.7% de la población en el 2019 a 27.6% en el 2020. La causa: la recesión desatada por la pandemia y el mal manejo de la crisis por la pasada administración Vizcarra. Según el referido informe, esta reducción de la clase media nacional supera el promedio de caída en Latinoamérica. Según el Banco Mundial más de 4.7 millones de personas han dejado de pertenecer a este sector en el 2020.
Si bien es cierto que la recuperación económica del 2021 posibilitará recuperar importantes segmentos de clases medias, es incuestionable que este sector seguirá golpeado por la evidente caída de la inversión privada que se pronostica para el 2022.
Sin embargo, la naturaleza de las clases medias no solo es asunto económico. De alguna manera también constituye la base económica y social para que prosperen las libertades y la vida institucional en las sociedades abiertas. ¿Por qué? La predicción marxista sobre el capitalismo señala que, a medida que el modo de producción capitalista se desarrolle, la concentración de la riqueza y la pauperización de las masas se convertirán en las dos caras de un mismo fenómeno.
A pesar de las predicciones marxistas, las clases medias se han convertido en los sectores mayoritarios de los modelos occidentales. Y, sobre la base económica y social, la libertad sigue prosperando en Occidente. Las clases medias entonces se convirtieron en los peores enemigos de la predicción marxiana.
Es evidente que la continuidad de las libertades no solo depende de la existencia de clases medias mayoritarias en una sociedad. Demasiado tienen que ver los actores políticos y las guerras culturales que se desarrollan en defensa de los valores democráticos. De lo contrario no se podría explicar lo que hoy sucede en España y en Chile, dos sociedades con clases medias mayoritarias y que, sin embargo, enfrentan serias amenazas para su libertad de parte de los proyectos colectivistas.
Planteadas las cosas así, defender el avance de las clases medias es fundamental en el objetivo de preservar la Constitución y el sistema de libertades en el Perú. De allí la enorme trascendencia de la defensa del modelo económico y de exigir al Ejecutivo que retire la propuesta de la asamblea constituyente, con objeto de recuperar la gobernabilidad y despejar las desconfianzas generadas en el sector privado nacional e internacional.
Igualmente, de allí la enorme importancia de rechazar el paquete tributario del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que busca seguir apretando a las clases medias con un aumento de impuestos injustificados, no obstante que el Estado, debido a los precios internacionales de los minerales y del nuevo endeudamiento público, contará con más de US$ 8,500 millones adicionales.
Asimismo, vale destacar la enorme actividad social que cumplieron las clases medias nacionales, luego de la instalación de la administración Castillo, en el objetivo de detener la asamblea constituyente y la implementación de una lógica colectivista. Las movilizaciones más multitudinarias de las últimas décadas no se explicarían sin el protagonismo de este sector.
Hoy es evidente que las corrientes comunistas ortodoxas que influyen en el Ejecutivo no pueden implementar su plan de nacionalizaciones y colectivizaciones. Una de las explicaciones: la movilización nacional de las clases medias.
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