Las bancadas de la centro derecha –entre ellas Fuerza Po...
Rechazan ejecución de proyecto mineros y enfilan contra Tía María
La semana pasada, paralelamente a la realización del Perumin 2017 en Arequipa, los grupos antimineros organizaron la denominada “Cuarta Cumbre de los Pueblos Afectados por la Minería” en la que se expusieron los “perjuicios sociales y ambientales” de las inversiones mineras en el Perú. Bueno, ¿qué significado tiene la organización de una cumbre antiminera? Simple: que el radicalismo sigue moviendo sus fichas contras las inversiones mineras.
Según sus organizadores, la Cumbre Antiminera fue un éxito, a pesar de no tener la atención de los medios de comunicación a nivel nacional, y contó con la participación de más de cien personas de diferentes regiones. Dirigentes llegados desde Puno, Tacna, Cusco, Ayacucho, Moquegua y la propia Arequipa estuvieron presentes en las actividades. Los dirigentes Jorge del Carpio, conocido antiminero en el Valle del Tambo y fiero opositor al proyecto minero Tía María, y Pablo Salas Chara, otro activo operador político puneño, fueron quienes organizaron el evento que terminó con una marcha por el centro de la ciudad de Arequipa.
No obstante, desde este medio estuvimos al tanto de lo que ocurría en la denominada Cumbre Antiminera. Un documento publicado al final de la cumbre sostiene que se “tiene que rechazar, denunciar y condenar esta geopolítica de miserias y exterminio de nuestros pueblos, ocasionada por estas mafias, empresas, gobiernos neoliberales e imperialistas”. El documento está lleno de los prejuicios, mentiras e inexactitudes que el movimiento radical acostumbra a desarrollar.
De alguna u otra manera la realización de esta cumbre está relacionada con la estrategia antiminera que existe en el sur del país. ¿Por qué sostenemos lo anterior? Porque el sur minero, donde se ubican los más importantes proyectos de cobre —Corredor Minero del Sur— está, desde tiempo atrás, en la mira del radicalismo de viejo cuño izquierdista. Otro punto que se tocó en esta cumbre es el rechazo al proyecto Tía María, en la provincia de Islay. Los asistentes advirtieron que se organizarán protestas si el proyecto continúa.
Vale recordar que la estrategia radical tiene varias aristas. Por ejemplo, en este portal también hemos informado que dirigentes de la Federación Departamental de Rondas Campesinas de Puno y la Federación de Campesinos de Azángaro realizaron una asamblea en la provincia de Azángaro (Puno) con el objetivo de “evaluar” si deben continuar los proyectos mineros que se ejecutan o se pretenden desarrollar en la región sureña.
En el norte también se sigue la misma estrategia. Si se ve quiénes son los dirigentes y promotores de las rondas campesinas a nivel nacional, resulta evidente la predominancia de la izquierda en la dirección de su organización. Por ejemplo, en Cajamarca Carlos Sánchez Terrones, presidente de la Federación Regional de rondas campesinas de la región Cajamarca, sería un hombre de confianza de Gregorio Santos, ex gobernador regional. El anterior presidente, Ydelso Hernández, también es un personaje cercano a Santos. Vale recordar que estas rondas actuaron como fuerza de choque en las protestas contra los proyectos mineros Conga, Michiquillay y Galeno.
Es bueno recordar que en noviembre del 2015 existió una estrategia llamada “Levantamiento de los pueblos de la Macro Región Sur del Perú”, que fue prevenida y abortada por las fuerzas del orden. ¿Podría suceder un levantamiento similar ahora? Todo indica que sí.
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