Las bancadas de la centro derecha –entre ellas Fuerza Po...
Pretende convertir al Comité Nacional de Lucha en un nuevo SUTEP
Los dirigentes del Comité Nacional de Reorientación y Reconstrucción del SUTEP (Conare-SUTEP) no se quedan con los brazos cruzados. Todo indica que el próximo paso del Conare —cuya vinculación con el Movadef, brazo político del senderismo, es evidente— será darle un mazazo al CEN SUTEP (controlado por Patria Roja), instigando una renuncia masiva de profesores a dicho sindicato. Como se sabe, los dirigentes del Conare-SUTEP tuvieron una participación preponderante en la pasada huelga magisterial y eligieron muy bien su estrategia: conformaron un Comité Nacional de Lucha que integró a otros representantes de las regiones. Es decir, crearon un frente que aglutinaba a varios sectores del profesorado disconforme con las decisiones del CEN SUTEP, que responde a Patria Roja.
No obstante, cabe puntualizar que durante la huelga pasada se conformó un Comité Nacional de Lucha, integrado por 25 representantes, uno por cada una de las regiones. Estos representantes eligieron a Pedro Castillo como el portavoz del Comité, y le encargaron seguir las negociaciones con los funcionarios del Ministerio de Educación (Minedu). Bueno, ¿qué tiene que ver aquí el Conare filosenderista? Mucho. Varios de los dirigentes del Conare fueron elegidos como representantes de las regiones. De los 25 representantes elegidos en el Comité Nacional de Lucha, aproximadamente la mitad integran el Conare. Puno, Moquegua, Apurímac, Lima, Arequipa, Tacna, Ayacucho, Madre de Dios e Ica, entre otras, eran las regiones cuyos dirigentes pertenecían al Conare y simpatizaban con el Movadef; como en el caso de César Tito Quispe en Puno, o de Edgar Tello en Lima. De allí que se pueda decir que el Conare estaba detrás de este Comité Nacional de Lucha.
En las negociaciones para suspender la huelga —entre los dirigentes de este Comité Nacional de Lucha, encabezado por Pedro Castillo, y los funcionarios del Minedu—, los dirigentes de los docentes cometieron el error de mantener su posición radical de no aceptar ningún tipo de evaluación meritocrática, perdiendo el apoyo de la sociedad. Ello fue un yerro que obligó, como indicamos, a levantar la huelga el día 3 de setiembre.
Pero —como decimos líneas arriba— la estrategia del Conare toma ahora otro rumbo. Hoy se pretende validar y legitimar al Comité Nacional de Lucha como único espacio sindical que agrupa a los profesores de todo el país. Para ello, desde el Conare se está incentivando que los maestros que todavía pertenecen al CEN-SUTEP renuncien a aquel sindicato. Se sabe que la mayoría de maestros en todo el Perú han recibido vía electrónica un modelo de carta de renuncia al sindicato, y que dirigentes regionales del Conare serían quienes están coordinando la campaña masiva de éxodo. Si la estrategia funciona, el CEN-SUTEP perdería la filiación de cientos de maestros.
En esa misma estrategia, el Conare pretende convertir al Comité Nacional de Lucha en un nuevo SUTEP. Incluso se empieza a desarrollar la idea de unas elecciones a nivel nacional para constituir la nueva organización, a la que se pondría como nombre SUTEP-Unificado, y elegir a los dirigentes. De suceder aquello se le abriría un poderoso frente al CEN-SUTEP y a Patria Roja.
El otro gran paso del Conare es arrebatar la Derrama Magisterial, ese sistema de pensiones que está en mano del CEN-SUTEP por más de veinte años y que se calcula que administra fondos por más de S/ 1,500 millones. Ese sería otro de los objetivos del Conare. Si esto ocurriera, sería una catástrofe para Patria Roja, partido que ha perdido fuerza en las regiones, sobre todo en el sur. En Puno, el Conare tiene el liderazgo del sindicato de maestros. En Cusco está Puka Llacta y otra facción del Conare; en Apurímac y Moquegua, también.
No es cosa de juego. La estrategia de este grupo filosenderista es de cuidado. El Gobierno pepekausa, el Minedu y los ministerios de Defensa y del Interior deben estar alertas.
COMENTARIOS