Los peruanos e hispanoamericanos celebramos la Semana Santa, d...
No obstante que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) no prevé utilizar agua del río Tambo, sino desalinizar agua de mar para la industria minera, los sectores comunistas y radicales antimineros que agitan contra la viabilidad del proyecto Tía María suelen decir que la inversión liquidará la agricultura. A pesar de que los tajos y las operaciones del proyecto se realizarán sobre los 350, 700 y 1,000 metros sobre el nivel (m.s.n.m.) los antimineros mienten señalando que el polvo de los tajos afectarán al valle de Tambo (100 m.s.n.m.). Algo más: a la hora de las microexplosiones para crear los tajos los vientos correrán en dirección contraria del valle. Las mentiras son, pues, más que evidentes.
Quizá por ese motivo los sectores comunistas —encabezados por el gobernador regional, Elmer Cáceres Llica, y Marco Arana del Frente Amplio— no han logrado mayor predicamento en el valle de Tambo, cerca al proyecto minero. Sin embargo, la convocatoria a un paro macrorregional para este 25 de julio podría marcar una situación diferente. Al cierre de esta edición, por ejemplo, algunos gremios y activistas desarrollaban una asamblea popular en la provincia de Caylloma, con objeto de aprobar la exigencia de que no se desarrolle minería en “las cabeceras de cuenca”. De otro lado los manifestantes parecían estar preparando llevar la posible asonada al mismo centro de Arequipa y convertir a la ciudad en un escenario de violencia, a semejanza del “Arequipazo” que hizo retroceder al Ejecutivo de entonces en su intento de privatizar una empresa eléctrica.
Vale señalar, por último, que ya se cuentan con 5 policías heridos por la agresión de los radicales que pretendían mantener bloqueadas las vías.
Como se aprecia con absoluta claridad, la estrategia comunista no solo es detener el proyecto Tía María sin argumentos, sino también crear una cuña social contra todos los proyectos mineros del Corredor Minero del Sur. El muñeco de la llamada “cabecera de cuenca” nos señala que no se debe hacer minería en las nacientes de los ríos porque se afecta el agua para el consumo humano y la agricultura. Sin embargo, todos sabemos que el agua de las cuencas proviene de las lluvias, y solo construyendo represas y reservorios las sociedades desarrolladas han alcanzado el equilibrio hídrico. De otro lado, el agua de los ríos de los Andes, generalmente, debe potabilizarse por el alto contenido de minerales debido a la actividad volcánica, sobre todo en los ríos del sur. Mentiras y leyendas comunistas, pues.
Los arequipeños y los ciudadanos del sur deberían entender que la estrategia comunista pretende convertir a prósperas regiones, como Arequipa y Moquegua, en zonas de pobreza; a semejanza de Cajamarca, en donde se han paralizado casi todas las inversiones mineras.
Basta decir que Arequipa, además de Tía María, cuenta con los proyectos Pampa del Pongo, Zafranal y Don Javier que, según el Ministerio de Energía y Minas, suman inversiones por US$ 5,350 millones. Si se concretaran las señaladas inversiones mineras se generarían más de 12,550 empleos directos, además de los empleos indirectos y los efectos multiplicadores en la economía y la sociedad.
Es evidente, entonces, que la estrategia comunista en el sur busca paralizar los grandes proyectos de la minería nacional con el objeto de lentificar el crecimiento, y que el Perú vuelva a ser una sociedad que aumente pobreza. El objetivo es más que clarísimo: convertir las elecciones en el 2021 en unas justas en las que se siente en el banquillo de los acusados a la economía de mercado y a la Constitución Política. Y estas cosas suceden a vista y paciencia del Ejecutivo, y la indolencia de los partidos que se reclaman democráticos y a favor de la inversión.
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