Las bancadas de la centro derecha –entre ellas Fuerza Po...
Los días 11 y 12 de diciembre próximo se realizará en la provincia de Chumbivilcas (Cusco) un paro y asamblea popular cuyo objetivo no es otro que intentar detener las actividades mineras de la zona. Para ese cometido, importantes cuadros del radicalismo antiminero ya están concentrados en los poblados de la provincia para generar desorden y violencia, argumentando “insatisfacciones” populares.
No es casualidad, como ya se ha dicho, que diferentes frentes y gremios sociales coordinen para hacer del paro y de la asamblea una lucha claramente antisistema, en contra de la democracia, el libre mercado y de las inversiones extractivas. Ya sabemos que ese conglomerado radical está encabezado por ciertos autodenominados dirigentes de frentes, colectivos y gremios de la zona como Arcadio Hurtado, Cayo Huaytani, Leonidas Molina, Eliseo Minaya y Óscar Mollohuanca, todos vinculados al Movimientos de Afirmación Social (MAS) de Gregorio Santos.
Quien también se encuentra en Chumbivilcas, azuzando en contra de la minería, es Jaime César Borda Pari, otro conocido personaje con un largo historial de actividades antimineras, vinculado también a la Vicaría de Solidaridad de la Prelatura de Sicuani y a organizaciones no gubernamentales del ambientalismo ideológico. Borda ha tenido activa participación en la “Semana sobre la problemática de salud ambiental vinculada a las industrias extractivas en el país”, realizada del 27 de noviembre el 1 de diciembre último. En el evento se utilizó un informe de Amnistía Internacional, denominado Estado tóxico, para desarrollar el siguiente tema: “Espinar sigue esperando: entre la desidia del Estado y la urgencia de una población que sufre la contaminación con metales pesados”.
Cuando Jaime Borda era subdirector de la Vicaría de Sicuani, estuvo en la provincia de Espinar promoviendo desórdenes en contra de la compañía minera Xtrata Tintaya. El lunes 28 de mayo del 2012, un equipo de la Dirección de Operaciones Especiales (Dinoes) detuvo a quienes ocupaban la camioneta de Vicaría de Solidaridad de Sicuani, entre ellos Borda, los abogados Maritza Quispe Mamani y Wilmer Quiroz Calli, y el chofer Romualdo Tito Pinto. En esa intervención, la policía encontró en la camioneta proyectiles de armas de fuego.
Hoy, la provincia cusqueña de Chumbivilcas es el mejor escenario para todas las fuerzas del radicalismo extremo que confluyen allí con un solo objetivo: detener las actividades extractivas. Es también el lugar de encuentro de Mauricio Quiroz, Rodmy Cabrera y Edwar Quiroga, personajes que ya habían sido identificados como “expertos” en generar conflictos en Las Bambas y Tía María. Allí, los pobladores denunciaron que personas extrañas fueron quienes organizaron los disturbios y actos de violencia.
Quiroz es conocido por sus publicaciones en El Diario Internacional, cuyo director es Luis Arce Borja, ex director del diario Marka, que hacía apología al senderismo en los años ochenta. Quiroga es conocido por ser coordinador de las Casas del ALBA —impulsadas por el fallecido ex presidente venezolano Hugo Chávez— y por ser islamista chií. Quiroga es parte del llamado Inkarri Islam, organización integrada por ex reservistas del ejército que a su vez son parte de un llamado frente “descolonizador”, cuya base de acción se ubica en Apurímac y Puno. Quiroga, además, ha tenido participación activa en el III Congreso Nacional de Descolonización realizado en Puno el 1 de setiembre pasado, cuyo objetivo es también acabar con las industrias extractivas, pretextando el cuidado del medio ambiente y los territorios ancestrales.
Estamos advertidos. Corremos la notificación a la policía, Fiscalía y Poder Judicial para que puedan garantizar en Chumbivilcas la integridad de la vida humana y de la propiedad pública y privada. Porque una “insatisfacción” argumentada falsamente puede desencadenar actos de barbarie, como ya se ha visto en el país.
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