Las bancadas de la centro derecha –entre ellas Fuerza Po...
Un grupo de activistas antimineros está convocando un paro y asamblea popular para los días 11 y 12 de diciembre próximo en la provincia de Chumbivilcas (Cusco) con el objeto de paralizar la minería moderna. La estrategia radical consiste en utilizar legítimas demandas de la población para envolver su verdadero objetivo, que es bloquear las actividades mineras de la zona y del llamado Corredor Minero del Sur. que produce más del 50% de cobre del país.
Los antimineros acusan al alcalde de Chumbivilcas, David Vera, de mantener vínculos con la compañía minera Hudbay, como si la relación entre la autoridad y quienes desarrollan actividades económicas fuera un delito o una infracción moral. Cuando, por el contrario, el objetivo debería ser construir las mejores relaciones entre la autoridad, la empresa y la academia, para ofrecerle a la población buenos servicios públicos y las mejores perspectivas de desarrollo. El paro que se anuncia no es otra cosa que un proyecto ideológico claramente antimercado y antidemocrático, que apunta a las elecciones del 2018 y 2021.
Ante las baterías desplegadas en su contra, el alcalde de Chumbivilcas ha respondido que está dispuesto a aclarar todas las acusaciones (desde la compra de tractores hasta la construcción del mercado), y ofrece brindar toda la información para despejar las dudas sobre su gestión.
En realidad todas las mencionadas imputaciones son intentos de descalificar a un adversario de mucha influencia en la zona. La izquierda radical antiminera no ve con buenos ojos que el alcalde haya integrado a su comunidad a la Red de Municipios en Entornos Mineros (REMEM), asociación que tiene la tarea de ayudar a las autoridades en temas de gobernabilidad y sobre cómo afrontar los retos y las oportunidades de las localidades donde se desarrollan actividades mineras. Federation of Canadian Municipalities es parte de la Red. Desde 1901 la organización canadiense hace esfuerzos por hermanar a las localidades mineras y las asesora para que logren el bienestar y el progreso cuidando el medio ambiente. “REMEN está conformada por los municipios que están dentro del área de influencia de prospecciones mineras, y allí se realizan evaluaciones e intercambios de experiencias, para buscar una solución a los problemas comunes que se presenten”, señala el alcalde Vera, quien viajará a Colombia a una reunión del REMEN.
Está claro entonces que al radicalismo antisistema no le interesa el progreso de los pueblos ni le interesa aprender de los beneficios que genera la minería en países como Canadá, uno de los más escrupulosos en el planeta en cuanto a preservación del medio ambiente. Igualmente el ambientalismo antiminero no concibe que una localidad como Chumbivilcas pueda iniciar su camino contra la pobreza de la mano de la inversión privada. No. Sus intereses son políticos, claramente antisistema.
Basta saber quiénes impulsan el paro antiminero para descubrir cuál es la verdadera intención de los llamados “frentes de defensa”. ¿Quiénes son? Arcadio Hurtado, de una autodenominada Liga Agraria; Cayo Huaytani, presidente del autoproclamado Frente de Defensa de los Intereses de Chumbivilcas; Leonidas Molina, presidente de una supuesta ronda campesina; y Eliseo Minaya, presidente del sindicato de construcción. Todos ellos vinculados a Gregorio Santos, del Movimientos de Afirmación Social (MAS), y a Óscar Mollohuanca, ex alcalde de Espinar, ex integrante del Frente Amplio y con amplio historial antiminero de daños físicos y materiales, ahora vinculado al MAS. Sí sabemos quienes azuzan a los pobladores, ya sabemos cuáles son sus intenciones. Estamos advertidos.
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