Desde las reformas económicas de los noventa, la Consti...
Historia y personajes del quehacer científico del Perú desde el Virreynato a la fecha.
El investigador, escritor y director cinematográfico Augusto Tamayo San Román, patrocinado por el grupo Telefónica, ha publicado recientemente el libro Hombres de Ciencia y Tecnología en el Perú, una obra valiosa por su contenido y oportuna porque hoy la ciencia y la tecnología constituyen elementos fundamentales para el desarrollo de las naciones en un mercado global altamente competitivo.
Como lo señala el autor en la introducción del trabajo, el propósito del libro es divulgar “la actividad científica y tecnológica realizada en el Perú a lo largo de su historia registrada por investigadores científicos comprometidos con la creación del conocimiento científico…”.
El libro deja constancia que, a pesar de la aparente inacción contemporánea en esos campos, el Perú tiene una larga y rica tradición de hombres dedicados a la investigación científica. En sus 215 páginas pulcramente editadas, presenta la vida y la obra de todos ellos, desde Pedro Peralta y Barnuevo (1664-1743) hasta Ronald Woodman Pollit (1934) y Jorge Heraud Pérez (1939), pasando por Hipólito Unanue (1755-1853), Federico Villarreal (1850-1923), Pedro Ruiz Gallo (1831-1880), Pedro Paulet (1874-1945), Santiago Antunez de Mayolo ( (1887-1967), Honorio Delgado ( (1892-1969) y María Reiche (1903-1998).
Son peruanos o extranjeros afincados en el Perú que se dedicaron a esa actividad desde el siglo XVII hasta el presente. En libro de Tamayo destaca los aportes de cada uno de ellos, sus logros, su perseverancia y su determinación en la búsqueda del conocimiento y de su aplicación práctica en la vida para beneficio y bienestar de la sociedad.
La obra nos revela además que, a diferencia de lo que se sostuvo por mucho tiempo, el Virreynato no fue un páramo de incultura científica sino todo lo contrario, en particular durante el siglo XVIII, cuando se permitió la importación masiva de libros sobre ciencia y se organizaron varias expediciones científicas.
También nos revela que fue en el Perú donde se estableció por primera vez en América la enseñanza formal de la medicina, en el siglo XVI, con la creación de la cátedra de Prima de Medicina, en 1571. Y después, en 1609, el Cabildo de Lima solicitó la ampliación de dicha enseñanza a dos cátedras.
Además, en 1655, el nuevo Virrey de entonces, Alba de Liste, llegó al Perú acompañado de los matemáticos Francisco Ruiz Lozano, Juan Ramón Koening, que conformaron la Cátedra Prima de Matemáticas de la Universidad de San Marcos, en 1678.
Toda esta riqueza histórica es resaltada, en la presentación del libro, por el presidente de Telefónica, Javier Manzanares, cuando afirma que el Perú es un país donde “ha existido investigación y ejercicio científico y tecnológico, tal vez no con la constancia que hubiese permitido crear una ciencia y una tecnología vigorosas y propiamente peruanas, pero es indudable que existe una tradición sobre la cual poder crearlas en el futuro, si se dan las condiciones adecuadas y se congrega la voluntad y el esfuerzo necesarios”
1 - May - 2015
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