¿Tía María abandonada a su suerte?

El proyecto cuprífero Tía María todavía no tiene la licencia de construcción de la mina, aun cuando se ha cumplido completamente con la normatividad vigente. Se dijo que la entrega de esa licencia sería antes de medio año, pero hasta ahora nada. Mientras tanto, los antimineros se reorganizan y han lanzado amenazas contra las personas que se atrevan a defender el proyecto. Los integrantes del Colectivo Ciudadano a favor de Tía María no se han dejado atarantar e insisten en la viabilidad del proyecto. Aseguran que la población ya otorgó la llamada licencia social, que está contenida en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), que ya fue aprobado por la población en una audiencia pública en 2014.

Sin embargo, los antimineros no son tontos, saben que la minera Southern tiene cinco años para ejecutar la validez del EIA. De no ser así, la minera tendrá que volver a elaborar un nuevo EIA y gestionarlo otra vez ante la población y las autoridades correspondientes. Los tontos son las autoridades que hasta ahora no se han dado cuenta del detalle: los antimineros apuestan por el vencimiento del EIA, y dirán que la minera no hizo nada para que todo vuelva a fojas cero en 2019.

Por otro lado, el presidente Martín Vizcarra ha indicado que el mencionado proyecto de cobre “no es prioridad” y que esperará la elección de las nuevas autoridades para conversar con ellos. Le adelantamos al presidente Vizcarra que una de esas nuevas autoridades podría ser Jesús Cornejo Reynoso, promotor del paro del 2015 contra Tía María y ahora candidato por el Frente Amplio. Cornejo fue detenido cuando interrumpió la vía pública acompañado de unas noventa personas. Además, ha sido acusado de desfalco en la Junta de Usuarios Tambo y de agresión física contra una dirigente agraria. El dirigente acostumbra tildar de traidor a toda persona que se manifiesta en favor del proyecto Tía María.

La población de la provincia de Islay (Arequipa) sabe que el proyecto Tía María ha sido expuesto en los tres distritos donde se ubicarán las operaciones mineras: Cocachacra, Mejía y Dean Valdivia. En numerosos talleres informativos y eventos de participación ciudadana, el EIA fue explicado en todos sus detalles técnicos. En una audiencia pública, toda la información técnica, social y ambiental del proyecto Tía María fue aprobada por los presidentes de las comunidades, dirigentes gremiales y pobladores. No obstante que legalmente, y por la Resolución N° 0391 MEM-DGM de la Dirección General de Minería —que deja expedito el camino para que la concesión minera pueda obtener la licencia de construcción correspondiente— el proyecto no puede iniciar sus operaciones porque el Estado obstaculiza la entrega de la licencia de construcción. Esa entrega “no es prioridad” ni para Vizcarra ni para el premier Villanueva.

Se ha proyectado que Tía María aportará en 20 años S/ 5,460 millones por canon y regalías, generará 4,000 puestos de trabajo directos e indirectos y permitirá seguir reduciendo la pobreza en la región. Tía María está abandonada: sin licencia de construcción y sin el llamado “acompañamiento” que se dijo efectuaría el Estado para impulsar los proyectos que se encuentran pendientes. Vizcarra ha dejado sola a Southern para que sola se entienda del proyecto.

Los antimineros distorsionan la realidad. Con total desparpajo dicen que el agua de la mina se filtrará hasta el río Tambo y el polvo contaminará los cultivos. Obviamente, el relato falso asustó a los campesinos. Lo cierto es que la mina está ubicada en una zona desértica, al norte de los poblados y sembríos. Las voladuras para sustraer el mineral se realizarán a mediodía, en el momento en que —por estudios realizados— los vientos soplan de sur a norte. Además, el procesamiento del cobre se realizará por lixiviación —sin producir relaves—, considerada la técnica más saludable para el medio ambiente. Las canchas donde se depositará el mineral se impermeabilizarán con geomembranas para que ni una gota de substancia pueda filtrarse y llegar al subsuelo. Asimismo, se usará agua proveniente de una planta desalinizadora de agua de mar.

Con esta información, ¿cómo, entonces, Vizcarra y Villanueva no ordenan la ejecución de ese “acompañamiento” del Estado, sugerido por el ministro de Energía y Minas, Francisco Ísmodes, para hacer viables los proyectos mineros?