En la próxima campaña electoral las izquierdas y...
¿Qué está sucediendo con el cierre de las brechas de infraestructuras básicas y los gobiernos regionales en el Perú? La conclusión es aterradora, cualquiera sea el ángulo o cifra que se analice. Fernando Barrios, presidente de la Federación de Instituciones Privadas de la Educación Superior (FIPES), en una reciente presentación ha señalado que en el sector Educación sigue aumentando el gasto del Estado, pero las brechas aumentan. Señaló, por ejemplo, que las brechas de infraestructuras educativas en el 2024 representaban S/ 77,000 millones. No obstante, una década después la mencionada brecha se incrementó a S/. 158,000 millones. Durante ese tiempo el presupuesto del sector Educación se incrementó de S/ 18,400 millones en el 2012 a cerca de S/ 49,000 millones. Es decir, el gasto del sector casi se triplicó; sin embargo, la brecha se duplicó. ¿Cómo entender esta situación? ¿Acaso la inversión pública a través de los gobiernos regionales, como se dice, se va por el caño?
En este portal también hemos señalado que en el Plan Nacional de Competitividad del 2019 se estableció que los déficits en infraestructuras básicas (escuelas, postas médicas, carreteras, agua y desagüe) representaban más de S/ 117,000 millones. Y he aquí lo sorprendente: entre el 2019 y el 2023 se gastaron más de S/ 195,000 millones, pero la brecha se mantuvo o continuó aumentando. Es decir, el Estado gastó alrededor del 160% de la brecha establecida, pero los déficits no se solucionaron. En agua y desagüe se devengó el 80% de la brecha, pero el déficit creció en 1%. Igualmente, el 85% de la red vial estaba sin pavimentar y el 96% de los centros educativos y el 97% de las postas médicas se encontraban en estado precario o con deficiencias en agua, desagüe y electricidad.
Cualquiera cifra que se analice con respecto al papel de las regiones en el gasto público siempre será un motivo de terror; sobre todo considerando que, desde que se instalaron los gobiernos regionales, el gasto del Estado se ejecutó a través de los gobiernos subnacionales: de cada tres soles, dos se gastan a través de las regiones y municipios. La ineficiencia del gasto de los gobiernos subnacionales es una parte del iceberg que emerge del Estado burocrático de la actualidad y la crisis del modelo en general.
El modelo falla porque el Estado fracasa de principio a fin. Si los gobiernos subnacionales están repletos de recursos aportados por el sector privado –a través de los impuestos–, pero que no se transforman en el cierre de brechas, entonces se ha creado el escenario perfecto para el discurso antisistema: “¡Faltan escuelas y postas médicas porque las empresas capitalistas se llevan la riqueza!”. Lo paradójico es que el Estado fracasa y las izquierdas antisistema están proponiendo nacionalizaciones y estatizaciones.
En las regiones más pobres del país (por ejemplo, Cajamarca y Puno) existe más del 80% de informalidad, y la carencia de agua potable y desagüe afecta a más del 15% de la población. ¿Cómo, entonces, la informalidad no se va a convertir en un fenómeno endémico?
Es hora, pues, de abordar el fracaso de la descentralización. Una primera medida podría ser que la inversión en infraestructuras básicas se estandarice en todas las regiones, de modo que la calidad, el diseño y el material de una escuela se desarrollen con los más altos estándares. Bajo este modelo todos los colegios de Puno deberían ser licitados por Proinversión o por una dependencia del gobierno central para que sean ejecutados por operadores de altísima calidad. De esta manera sería posible imaginar que Puno cuente con centenares de colegios del primer mundo, sin necesidad de gastar más de lo establecido en los presupuestos.
Una reforma de este calibre encontraría una gran resistencia en las oligarquías regionales, que suelen vincularse con los amigos o familiares para construir los colegios en una localidad, sin contar con las calificaciones técnicas ni las espaldas financieras para desarrollar estos proyectos.
La reforma de la descentralización es un asunto crucial para el futuro del Perú; incluso tiene que ver con la extremada fragmentación del sistema político. ¿Qué candidato se atreve a plantear el tema?
















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