Editorial Economía

Promover inversiones en el agro para salvar al Perú

Congreso debe aprobar nueva ley de promoción agraria

Promover inversiones en el agro para salvar al Perú
  • 24 de enero del 2025

 

El Perú ha desarrollado un milagro agroexportador en apenas el 5% de las tierras dedicadas a la agricultura. Es decir, en alrededor de 250,000 hectáreas que se ganaron al desierto, a través de los proyectos hídricos, se logró convocar alrededor de US$ 20,000 millones en inversiones e incrementar las agroexportaciones –en las últimas dos décadas– desde US$ 651 millones a más de US$ 12,000 millones de la actualidad. 

Asimismo, se generaron más de un millón de empleos, entre directos e indirectos, y la pobreza en las regiones agroexportadoras descendió por debajo de la media nacional. El caso de Ica es extremadamente paradigmático: la pobreza se sitúa debajo del 6%, mientras el promedio nacional se acerca al 30% de la población. Una diferencia brutal entre regiones en donde fluye la inversión privada y un país que se resiste a entrar en el camino hacia el desarrollo.

Las cifras mencionadas se vuelven superlativas cuando consideramos que el país tiene la posibilidad de expandir su frontera agroexportadora en la costa –ganando tierras al desierto y recuperando la productividad de otras– en más de un millón de nuevas hectáreas. Para convertir estas tierras en oasis agroexportadores de frutas y legumbres se necesitarían alrededor de US$ 80,000 millones en inversiones, y es evidente que nuestros envíos al exterior podrían multiplicarse por tres o por cuatro. Asimismo, se podrían generar alrededor de cuatro millones de empleos entre directos e indirectos.

Por otro lado, las nuevas inversiones y la generación de empleo crearían la necesidad de desarrollar ciudades intermedias alrededor de los fundos agroexportadores que, en la actualidad, llegan a contratar entre 10,000 y 15,000 trabajadores, con todos sus derechos sociales, para las temporadas de siembra, mantenimiento y cosecha. El Perú quizá avanzaría a desarrollar una migración inversa de Lima y las grandes ciudades de la costa hacia las ciudades intermedias levantadas alrededor de las agroexportaciones.

Pero eso no es todo. Semejante proceso de inversión y prosperidad obligaría a las universidades a ofertar nuevas carreras vinculadas a la agroexportación, a desarrollar proyectos de investigación biológicas y biogenéticas. Igualmente crearía una industria, una manufactura y un sistema de servicios descentralizados para atender las demandas agroexportadoras.

En otras palabras, el proyecto agroexportador nacional del Perú abreviaría considerablemente nuestro avance al desarrollo creando una mayoría nacional compuesta de clases medias agrarias y pequeños sectores de pobreza. Sin embargo, ¿por qué el Perú no avanza en este camino? ¿Por qué renunciamos a la prosperidad?

La derogatoria de la Ley de Promoción Agraria (Ley 27360) y el fracaso del Estado en proveer infraestructuras hídricas, carreteras, títulos de propiedad y fomentar asociatividad para obtener créditos para los más de dos millones de minifundistas que conducen el 95% de la superficie agrícola del país evitan nuestro avance hacia el desarrollo agrario.

En ese contexto, aprobar una nueva ley de promoción de inversiones en el agro es un asunto capital que definirá el futuro del país. La Comisión Permanente del Congreso tiene la posibilidad de avanzar en ese sentido, tramitando el dictamen sobre la nueva ley de promoción agraria pendiente en el Legislativo. El mencionado proyecto establece que los pequeños agricultores que vendan hasta S/ 154,300 (es decir 30 UIT) están exonerados del impuesto a la renta, mientras que quienes vendan hasta S/ 721,000 (110 UIT) pagarán el 1% en renta. En cuanto al régimen general agrario se propone 15% en renta entre el 2025 y el 2035, créditos tributarios por reinversión en maquinaria, tecnologías, investigaciones y proyectos de capacitación. Igualmente se propone la devolución anticipada del IGV y depreciación acelerada.

El Perú necesita con urgencia una nueva ley de promoción agraria porque el gobierno provisional de Sagasti derogó la norma anterior que consideraba un régimen tributario parecido al que se propone en el nuevo proyecto de ley en el Congreso. 

Decidamos si queremos el desarrollo o no.

  • 24 de enero del 2025

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