Editorial Economía

Nuevas reformas para relanzar el capitalismo

Frenazo de crecimiento en junio

Nuevas reformas para relanzar el capitalismo
  • 17 de agosto del 2018

 

La expansión económica de junio de 1.98%, reportada por el Instituto Nacional de Estadística (INEI), de un solo golpe nos devolvió a la realidad, a los grandes nudos estructurales que debe resolver nuestra economía para seguir creciendo a tasas altas que permitan reducir pobreza sostenidamente. Ahora es evidente que los crecimientos por encima del 6%, de abril y mayo, tenían que ver mucho con un efecto rebote y el incremento de precios de algunos commodities, pero de ninguna manera con cambios en la productividad y la competitividad.

Cuando estas cosas suceden no hay mejor manera de comprender la situación que regresando a los diagnósticos que nos revelan que no hacemos nada, no obstante que sabemos lo que se debería hacer. Las reformas económicas de los noventa —que desregularon la economía, establecieron una macroeconomía responsable, liberalizaron los mercados, los precios y el comercio exterior, y que acabaron con el Estado empresario (que solo creaba déficits) mediante audaces proceso de privatización— ya no son suficientes para seguir creciendo a tasas altas. Gracias a esas reformas el Perú triplicó su PBI y redujo la pobreza del 60% de la población a solo 20%.

Los círculos virtuosos del crecimiento y de reducción de pobreza en las últimas dos décadas determinan que el Perú ya no puede seguir pagando salarios bajos como antes, pero tampoco puede competir con las economías desarrolladas, por ausencia de una nueva oleada de reformas. ¿A qué vamos? Cuando existía 60% de pobreza era posible pagar salarios bajos —como sucede en las naciones de ingreso bajo—; pero eso ha cambiado radicalmente, y hoy solo hay 20% de pobreza. Si el Perú no suma a las reformas de los noventa un nuevo paquete de reformas que permita construir la infraestructura institucional, legal y física del desarrollo del capitalismo, inevitablemente el crecimiento se estancará y quienes dejaron de ser pobres recientemente se volverán —por desesperación— contra el modelo que los sacó de la pobreza. Así sucedió en Venezuela, por ejemplo.

De allí la urgencia de que en el Ejecutivo y el Legislativo se asuma esta agenda a favor de una nueva ola de reformas que agreguen competitividad y productividad a la economía. Por ejemplo, la ola de indignación ciudadana contra la corrupción debería ser aprovechada para concretar las reformas del sistema de justicia y del sistema político, al margen de cálculos o criterios de facción. El país también necesita contar con un sistema de derechos de propiedad y contratos, accesible para todos, que las autoridades judiciales hagan valer.

Igualmente la transformación del sistema educativo suele ser enturbiada por la polarización alrededor de los temas de género, cuando la lucha por la meritocracia en la escuela pública es el tema cardinal. Ni qué decir con respecto a las urgencias que se plantean para nuestro sistema de salud. Un país sin una buena educación y una buena salud no tiene el capital social, el capital humano, que desarrolle la innovación y la transformación de la economía. Imposible.

Uno de los misterios que surge en la política tiene que ver con la legislación laboral. ¿Por qué el Ejecutivo y el Legislativo no se deciden, de una vez por todas, a desarrollar una reforma laboral que nos aleje de las sobrerregulaciones más asfixiantes del planeta? ¿Cómo las empresas peruanas van a innovar e incrementar productividad con una legislación laboral socialista? Absurdo. ¿Por qué no se amplía la vigencia de la Ley de Promoción Agraria de manera indefinida, no obstante que es la única legislación laboral que ha funcionado en las últimas dos décadas?

El desarrollo del capitalismo también necesita de una infraestructura. AFIN ha demostrado que el déficit sobrepasa los US$ 160,000 millones. ¿Cómo podemos seguir creciendo si no hay puertos, carreteras, electricidad y conectividad en general en los potenciales mercados del país? Imposible. Relanzar las asociaciones público privadas y las obras por impuestos en función de este objetivo resulta fundamental.

Cuando el crecimiento se ralentiza, volver a recordar las tareas postergadas es un ejercicio saludable. Y siempre vale considerar que el desarrollo del capitalismo, del crecimiento, del aumento de la prosperidad, es un proceso de permanente de cambio e innovación, de permanentes reformas.

 

  • 17 de agosto del 2018

NOTICIAS RELACIONADAS >

Minería y agricultura: una alianza para el progreso económico

Editorial Economía

Minería y agricultura: una alianza para el progreso económico

  En contraposición a las falacias y mitos propagados por...

23 de abril
¡Urgente! ¡El Perú necesita una nueva ley de promoción agraria!

Editorial Economía

¡Urgente! ¡El Perú necesita una nueva ley de promoción agraria!

  La derogatoria de la Ley de Promoción Agraria (27360) h...

22 de abril
Agromin-2024 y la solución de los problemas hídricos del país

Editorial Economía

Agromin-2024 y la solución de los problemas hídricos del país

  El próximo miércoles se desarrollará la I...

22 de abril

COMENTARIOS