El mejor regalo, el mejor homenaje, para los trabajadores el 1...
El dictamen sobre la nueva Ley Orgánica de Hidrocarburos (LOH), debatido en el Congreso de la República y consensuado con los principales actores del sector, se convertiría en letra muerta. El dictamen, que fue varias veces corregido y concordado con otros seis textos sustitutorios, estaría siendo abandonado por los miembros de la Comisión de Energía y Minas del Congreso.
El proyecto de ley –que fue el blanco de la izquierda antimercado, con el propósito de sabotear las actividades petroleras y de gas en el país– sería reemplazado por una modificación o elaboración de un nuevo reglamento de la ley actual, que serviría solamente para las actividades relacionadas con la exploración de petróleo y gas. La razón principal de esta decisión es el porcentaje de las regalías que pagan las compañías petroleras. No hay consenso entre las autoridades del Gobierno, congresistas e inversionistas.
Las diez más grandes empresas de hidrocarburos del mundo han comenzado a invertir en Colombia, Nicaragua, las Guayanas e incluso, en Cuba, antes que en Perú. La razón: las regalías son no mayores al 4%. En Cuba incluso es de 0%. No obstante, las ONG de izquierda plantean para el Perú porcentajes de hasta el 15%, cifra totalmente fuera de toda realidad. En este contexto, y para salvar la urgencia de una normatividad que permita el ingreso de nuevas inversiones, es que en la comisión de Energía del Congreso se ha cambiado de posición y se propone elaborar un nuevo reglamento de la actual Ley, que incorpore porcentajes más competitivos para atraer inversiones de talla mundial.
En las ONG de izquierda se señala que la Ley propuesta afecta a los derechos ambientales y vulnera el equilibrio fiscal, al pretender rebajar el porcentaje de las regalías. La influencia de las ONG ha alcanzado incluso al MEM, que se opone a reducir las regalías que pagan las empresas productoras de petróleo y gas.
Sobre las regalías, Enrique Gonzales, especialista en temas energéticos, ha señalado en numerosas oportunidades que establecer un solo porcentaje por las regalías en todos los pozos petroleros espanta a los inversionistas, porque no todos los pozos petroleros son iguales. Los pozos ubicados en el mar del norte peruano son distintos a los del Marañón. En este contexto, el especialista plantea porcentajes escalonados por el tiempo y la producción de la explotación. Es decir, a mayor producción de gas o petróleo, mayor porcentaje de regalías para las comunidades.
Lo cierto es que sin un orden legal actualizado –sustentado en la realidad de los mercados internacionales y de las tecnologías de prospección, exploración, explotación y comercialización existentes en el mundo actual– las inversiones mundiales vinculadas a los hidrocarburos seguirán fuera del alcance peruano. El porcentaje de las regalías que propone el MEM y los sectores vinculados a las ONG antidesarrollo no concuerdan con la realidad de la actividad.
El objetivo del Ejecutivo de Martín Vizcarra debe ser cubrir las necesidades energéticas del país y reducir la dependencia de las importaciones de crudo y de gas. Con esto, teniendo en cuenta que el consumo diario de petróleo es de 255,000 barriles, y con una nueva LOH o la modificación o nuevo reglamento de ley, el país en poco tiempo puede incrementar la producción de 48,500 barriles diarios hasta 100,000 barriles diarios en el 2021.
La crisis energética nacional es una realidad. En los últimos años la producción de gas y petróleo ha decrecido. La obligación del jefe del Ejecutivo es revertir esta realidad que afectará más adelante a la producción de la industria nacional y a la población en general. Lo paradójico de la situación peruana es que, mientras Perú exporta conocimiento y activos relacionados con el sector hidrocarburos a otros países de la región, se estanca en inversiones en petróleo y gas que, según estiman los especialistas, abundan en el litoral y en la selva amazónica.
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