Minería, radicalismo y estrategia pepekausa

El gobierno ha esperado cien días para presentar una propuesta

La realización del Mining & Investment Latin America Summit —encuentro que agrupó a los ministros de Minería de Chile, Argentina, Ecuador, Brasil y Perú— ha servido para que el ministro Gonzalo Tamayo anuncie las medidas del gobierno para reactivar los proyectos mineros. Según el titular de Energía y Minas, la estrategia del gobierno estará basada en cuatro aspectos fundamentales: adelanto social a las comunidades, reducción de la tramitología, cambio en la Ley General de Canon y creación de un programa de reconversión productiva de las empresas que se vean afectadas por los proyectos mineros.

No obstante, quizá la propuesta de Tamayo revelaría que desde un primer momento el gobierno pepekausa no tuvo una estrategia para superar los yerros que dejó la gestión humalista en la gestión de los conflictos sociales alrededor de la minería. De allí, por ejemplo, que el gobierno no pudiera evitar la última asonada violenta en contra de Las Bambas, y que sus ministros actuaran de manera desconcertada.

Desde este portal hemos insistido en indicar que el Estado tiene la gran culpa en los conflictos sociales. Un estado insensible, ineficiente e ineficaz permite que el radicalismo crezca. Sin embargo, debemos señalar también que hoy en el Perú existe una guerra ideológica contra la minería —desatada por grupos radicales, la mayoría de viejo cuño marxista— que intenta paralizar los proyectos mineros. ¿La razón? Simple: ralentizar la economía para llevarnos hacia el abismo socialista, tal como hoy sucede en Venezuela, por ejemplo. La izquierda marxista solo tiene oportunidad si el Perú decae económicamente. Y eso no puede suceder.

De tal manera que el ministro Tamayo y el gobierno pepekausa debe asumir que la guerra ideológica de la izquierda no tendrá cuartel. A pesar de que el ministro Tamayo presente estrategias de suma importancia para la gestión de los conflictos sociales, el movimiento radical utilizará cualquier pretexto para paralizar los principales proyectos mineros. Tal como pretenden hacerlo en Las Bambas; y ya lo han hecho en Conga (Cajamarca) y Tía María (Arequipa). El software utilizado por la izquierda siempre será el mismo: invención de falsas narrativas (agua versus minería), construcción de héroes o heroínas (Máxima Acuña de Chaupe), asonadas violentas, paralización de carreteras, y condiciones y exigencias sorprendentes. Por supuesto que en ese esquema no faltan periodistas y medios de comunicación afines ideológicamente.

No se conocen exactamente los resultados de la estrategia del gobierno pepekausa. Pero han tenido que esperar el término de los cien días, de la denominada “luna de miel”, para presentar una propuesta que debió estar diseñada desde la toma de mando. En una parte de su presentación, el titular de Energía y Minas sostuvo que se tienen proyectos en camino, como “la reanudación de actividades de perforación del proyecto Ollachea (Puno), la construcción de la ampliación de Marcona (Ica), así como la ampliación de Toquepala (Moquegua) y el nuevo proyecto Tambomayo”. Solo esperemos que el radicalismo antiminero no le ponga la puntería a estos proyectos. De lo contrario, solo nos queda rezar.