Editorial Economía

Michiquillay: sostenibilidad y progreso

Proyecto minero relanzará el crecimiento económico en Cajamarca

Michiquillay: sostenibilidad y progreso
  • 12 de diciembre del 2023

El proyecto Michiquillay, ubicado en el distrito de La Encañada, provincia y región de Cajamarca, se configura como un pilar fundamental para el progreso económico en el norte del Perú. Este proyecto ha superado con éxito las complejas barreras burocráticas y ha cumplido escrupulosamente con todos los requisitos medioambientales, incluyendo la validación de su Estudio de Impacto Ambiental, por lo que ya ha sido aprobado por el Ministerio de Energía y Minas (Minem). 

Según la información proporcionada por la empresa concesionaria, Southern Perú, este proyecto requiere una inversión aproximada de US$ 2,500 millones y prevé una producción anual de 225,000 toneladas métricas de cobre (TMC) durante un período de explotación que se extiende por más de 25 años. Por ello, se presenta como uno de los principales impulsores del desarrollo regional, contribuyendo significativamente al aumento de la producción de cobre en el Perú. Actualmente, el proyecto Michiquillay se encuentra en una fase avanzada de exploración. Y es necesario resaltar que la empresa concesionaria ha establecido diálogos constructivos y productivos con las autoridades locales y regionales, así como con las comunidades circundantes. Estos diálogos tienen como objetivo principal impulsar programas de desarrollo sostenible en la región, dando lugar a la creación del Fondo Social Michiquillay (FSM).

Michiquillay alberga más de 2,200 millones de toneladas métricas de minerales, predominando el cobre, pero también incluye cantidades considerables de oro, plata y molibdeno. La explotación de este yacimiento promete generar ingresos significativos a través de impuestos, canon y regalías mineras, contribuyendo de manera sustancial al fortalecimiento de la economía local. Además, es destacable que la ejecución de este proyecto generará miles de empleos, tanto directos como indirectos, teniendo un impacto positivo en la creación de oportunidades laborales en la región.

Southern Perú se ha comprometido a implementar tecnologías innovadoras que minimicen el impacto ambiental y social. para ellos ha adoptado un enfoque proactivo hacia el desarrollo sostenible en las operaciones mineras. Un ejemplo relevante es la adopción de un sistema de transporte de mineral que disminuirá el impacto negativo en la flora y fauna de la región, reduciendo las emisiones de gases contaminantes. Además, se están aplicando medidas para la gestión adecuada de residuos y se establecerá un monitoreo continuo de la calidad del agua y del aire en el área de influencia.

Tanto el proyecto minero Michiquillay como el Fondo Social Michiquillay son ejemplos tangibles de los beneficios que puede generar una minería moderna y socialmente responsable. El FSM ya ha desarrollado actividades como el "Taller de Motivación y Orientación Profesional", dirigido a jóvenes próximos a concluir sus estudios escolares, así como el "Proyecto SIES", que brinda asesoría a estudiantes universitarios para la elaboración de sus tesis. Además, se promueve el "Plan de Mejoramiento de las Capacidades de Agricultores en el Cultivo de Arveja" y el "Proyecto de Mejoramiento de los Sistemas de Riego Tecnificado en el Caserío de Pedregal", entre otros proyectos de impacto social.

El proyecto Michiquillay también podría marcar el inicio de la reactivación minera en la región. Según un informe emitido por el Ministerio de Energía y Minas (Minem), Cajamarca lidera la cartera de inversión minera a nivel nacional, con un monto total de US$ 18,050 millones, equivalente al 33.9% del total de inversión minera en todo el país. Entre los proyectos mineros más destacados de esta región, además de Michiquillay, destaca el proyecto Yanacocha Sulfuros, que implica una inversión de US$ 2,100 millones.

Cabe destacar que en Cajamarca se encuentra el "cinturón de cobre del norte", que engloba otros yacimientos de gran relevancia, como Conga, Galeno, La Granja y Chalhuahón. En caso de que estos yacimientos entren en operación, podrían contribuir anualmente con la producción de 1.5 millones de Toneladas Métricas de Cobre (TMC) anuales. Este escenario posicionaría al Perú más cerca de Chile, el primer productor mundial de cobre, con 5 millones de TMC anuales, mientras que el Perú alcanza los 2.5 millones de TMC anuales. Este aumento en la producción de cobre también se traduciría en un incremento sustancial de los ingresos por concepto de canon y regalías para la región, que pasarían de S/ 300 millones a S/ 2,400 millones.

Para aprovechar al máximo las oportunidades generadas por estos dos proyectos cupríferos, y todos los del cinturón de cobre, se hace necesario el establecimiento de un clúster minero en Cajamarca. Este clúster debería acompañarse de la construcción de una vía férrea hacia Bayóvar y el impulso de la industria manufacturera y los servicios vinculados a la minería. Un clúster minero al estilo de el de Antofagasta (Chile), que ha propiciado un crecimiento significativo y una mejora en el nivel de vida de la población. La implementación de medidas análogas en Cajamarca podría acercar a los cajamarquinos al ingreso per cápita de un país desarrollado.

  • 12 de diciembre del 2023

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