Algunos días después de la APEC, poco a poco, el Per&uac...
La región de Cajamarca tiene una importante cartera de inversiones mineras, por un monto total de US$ 18,050 millones, que representa el 33.9% del total de inversión minera en el país. Entre los proyectos mineros más destacados en esa cartera figuran Michiquillay, Conga, Galeno, La Granja y Chalhuahón, que constituyen el llamado “cinturón de cobre del norte”. A pesar de ello, Cajamarca es actualmente una de las regiones con mayores problemas de pobreza, porque en ella se encuentran nada menos que 16 de los 20 distritos más pobres del país, y más del 44.3% de la población de Cajamarca es considerada como pobre.
Si los mencionados proyectos mineros estuvieran en fase de producción contribuirían anualmente con 1.5 millones de Toneladas Métricas de Cobre (TMC), lo que permitiría que el Perú le dispute a Chile el primer lugar mundial como productor de cobre (actualmente Chile produce 5 millones de TMC anuales y Perú actualmente 2.5 millones de TMC anuales). Este aumento en la producción de cobre también se traduciría en un incremento sustancial de los ingresos por concepto de canon y regalías para la región, que se multiplicarían por ocho, pasando de los S/ 300 millones actuales a S/ 2,400 millones.
De los mencionados proyectos, el más próximo a hacerse realidad es Michiquillay, ubicado en el distrito de La Encañada, provincia y región de Cajamarca, y que podría ser un pilar fundamental para el progreso económico en el norte del país. Este es un proyecto de larga data, y que incluso ha con todas las formalidades burocráticas y todos los requisitos medioambientales, incluyendo la validación de su Estudio de Impacto Ambiental, por lo que ya ha sido aprobado por el Ministerio de Energía y Minas (Minem).
La empresa concesionaria, Southern Perú, ha informado que este proyecto requiere una inversión aproximada de US$ 2,500 millones y prevé una producción anual de 225,000 TMC durante un período de explotación que se extiende por más de 25 años. Actualmente el proyecto Michiquillay se encuentra en una fase avanzada de exploración. Además, Southern Peru ha establecido diálogos con las autoridades locales y regionales, así como con las comunidades circundantes, para impulsar programas de desarrollo sostenible en la región. Como fruto de esos diálogos se ha creado el Fondo Social Michiquillay (FSM).
El yacimineto de Michiquillay contiene alrededor de 2,200 millones de toneladas métricas de minerales, entre los que predomina el cobre; otros minerales presentes, en menores cantidadees son oro, plata y molibdeno. La explotación de este yacimiento generará ingresos significativos a través de impuestos, canon y regalías mineras, con lo que se contribuirá de manera importante al fortalecimiento de la economía local. Otro aspecto a destacar es que la ejecución de este proyecto generará miles de empleos, tanto directos como indirectos, lo que tendrá un impacto positivo en la creación de oportunidades laborales en la región.
Por ser el proyecto más cernano a hacerse realidad, entre los del cinturón de cobre del norte, el inicio de la producción de Michiquillay marcaría el inicio de la reactivación minera y econónima de la región. Recordemos que si todos estos proyectos estuvieran en operación contribuirán con de 1.5 millones de TMC anuales a la producción nacional. Y para aprovechar al máximo las oportunidades generadas por estos proyectos cupríferos, sería necesario el establecimiento de un clúster minero en Cajamarca: la construcción de una vía férrea hacia Bayóvar y el impulso de la industria manufacturera y los servicios vinculados a la minería. Sería un clúster minero al estilo del de Antofagasta (Chile), que ha generado un crecimiento económico significativo en esa región chilena. Con ese clúster minero se impulsaría la economía de Cajamarca, que pordría llegar a alcanzar ingresos per cápita más altos que el actual promedio peruano.
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