Cuando estaba vigente de la Ley de Promoción Agraria &n...
El día de ayer la mina Las Bambas, que hace cincuenta días está invadida por un grupo antiminero y violentista, fue objeto de un nuevo ataque y de destrucción de su infraestructura. Sucedió cuando personal de mantenimiento de una empresa contratista de Minera Las Bambas y efectivos de la policía intentaron ingresar pacíficamente al campamento Charcascocha para evacuar los lodos de la planta de tratamiento de aguas residuales, una operación que debe realizarse con urgencia para evitar daños ambientales. Pero como Charcascocha está en el sector de Las Bambas que fue ilegalmente invadido el 14 de abril por un grupo de pobladores de la comunidad de Huancuire, los invasores reaccionaron violentamente y procedieron a destruir e incendiar la infraestructura de la mina.
El enfrentamiento se inició alrededor de las 5:00 p. m. Ante la presencia del personal de mantenimiento y de los efectivos policiales, los invasores respondieron de la manera más agresiva. Y a pesar de que en esta zona de Apurímac, los distritos de Challhuahuacho y Coyllurqui, el estado de emergencia ha sido ampliado por 60 días más (a partir del 28 de mayo), las fuerzas del orden no respondieron a las agresiones. No obstante, los invasores, una vez retirado el personal de mantenimiento, procedieron a incendiar, durante la noche, los depósitos, almacenes y vehículos de propiedad de la empresa minera. Cabe destacar que estos invasores han tomado posesión de 132 hectáreas perteneciente a la empresa minera, lo que ha motivado el cese de operaciones de Las Bambas, la principal mina productora de cobre del país.
Como se sabe, Las Bambas es una de las diez minas de cobre más grandes del planeta. Los ingresos al país que genera su producción representan el 1% del PBI nacional, cerca del 9% del PBI minero y alrededor del 75% del PBI de Apurímac. Además, Las Bambas genera más de 8,000 empleos directos y 75,000 indirectos a nivel nacional. De los empleos generados en su zona de influencia directa, el 77% corresponde a la provincia de Cotabambas; y dentro de la provincia, el 58% corresponde al distrito de Challhuahuacho. Es tal la importancia de Las Bambas para la región Apurímac que no es exagerado afirmar que en la historia de Apurímac hay un antes y un después de Las Bambas: antes de la megamina, la pobreza en los 84 distritos de la región sobrepasaba el 60% de la población; después de la inversión minera, la pobreza descendió debajo del 40%.
Los más de 50 días de invasión ya están afectando a la economía de la región y de los trabajadores. Erick Ramos, secretario general del sindicato de la mina, afirmó en una reciente entrevista para un diario local, que ya muchos apurimeños han perdido su trabajo. “Primero fueron despedidas 3,000 personas que trabajaban para empresas contratistas que brindan servicios a esta mina”. Se calcula que están en peligro de perder sus empleos otros 9,000 trabajadores que laboran directa o indirectamente con la mina. Por eso diversas organizaciones sociales vinculadas a la actividad minera han convocado, para el próximo 2 de junio, una jornada cívica en defensa de Las Bambas, que acumula más de 480 días de paralizaciones por los bloqueos y la violencia que ejercen las minorías radicales.
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